Pilar Miró: "`Me voy a ir, pero no porque haya cometido una malversación de fondos"

ANABEL DÍEZ, La directora general de RTVE, Pilar Miró, aseguró ayer en el Congreso su intención de dejar el cargo, pero no "porque haya cometido una malversación de fondos", en relación con sus gastos de vestuario que han sido cargados a los presupuestos del Ente. De las palabras de Miró se deduce que está a la espera de que el presidente del Gobierno, Felipe González, le indique el momento de su relevo. En la sesión de control de RTVE, Izquierda Unida, CDS y AP pidieron su dimisión inmediata. El portavoz de AP, Luis Ramallo, recordó a Miró que los ciudadanos sujetos a una inspección de Hacienda por irregularidades son multados e incluso pueden ir a la cárcel. Los momentos más tensos se produjeron cuando Pilar Miró proclamó su honradez.

El ambiente de la sesión de control de RTVE, convocada de forma ordinaria, parecía "el de un velatorio y Pilar Miró quien recibía el pésame", en palabras de un diputado del PSOE. Los parlamentarios socialistas, al escuchar las contundentes intervenciones de la oposición y la actitud dolida de la directora general, procuraron mantener el rostro inexpresivo de forma que no podía deducirse ni aprobación ni tampoco solidaridad con la compareciente.El diputado del CDS Federico Ysart fue quien rompió el fuego sobre la cuestión del vestuario. La primera parte de la sesión había transcurrido con preguntas diversas formuladas por diputados de la Democracia Cristiana, del PSOE y de Unión Valenciana. Ysart dijo que Pilar Miró en esos momentos no era su amiga, "ni la inteligente directora de Werther, sino un alto cargo del Gobierno que ha topado con la Administración pública". Ysart reafirmó su convicción de que Miró no había actuado con mala fe y que no había tenido voluntad de incurrir "en malversación de fondos, pero en política los errores se pagan, por lo que le aconsejo que dimita". La directora. general respondió: "Me voy a ir, le aseguro que me voy a ir, pero no porque haya cometido una malversación de fondos".

Pilar Miró aseguró que no tiene apego al cargo. "He puesto mi puesto a disposición del Gobierno y después de decirles que me quiero ir y que mi cargo está a disposición del Gobierno, tengo que seguir siendo responsable y por tanto trabajando hasta el momento que me tenga que ir".

La directora general, con tono de ruego, pidió a los miembros de la comisión que hicieran un esfuerzo para distinguir lo que ha sido su gestión "de lo que puede ser una acción reprobable dentro de esa gestión". Miró insistió en que ha habido una discrepancia personal con la intervención de Hacienda, pero que va a seguir las instrucciones dadas por ese organismo en el sentido de restituir lo gastado. En todo momento eludió hablar de objetos en concreto o de dinero, a pesar de que el diputado de Alianza Popular, Luis Ramallo, preguntó quiénes eran los destinatarios de sus regalos, entre ellos un colgante de oro, unos pendientes, unos gemelos y un abanico, por un importe de 210.500 pesetas.

Ramallo pidió a Miró que disipara el rumor que le había llegado según el cual había adquirido, con cargo al Ente, un abrigo de piel de un millón de pesetas. La directora general no respondió, por lo que Rarnallo, tras la comparecencia, presentó en el registro del Congreso sendas peticiones de comparecencia con carácter urgente de Miró y del presidente del Consejo de Administración de RTVE, para preguntar sobre este mismo asunto.

El diputado de Izquierda Unida Ramón Espasa no tenía para esta sesión preguntas en torno a estos hechos, pero se refirió a ellos en el momento de anunciar que retiraba sus preguntas al estimar que Miró "no estaba en condiciones políticas de responder" y le pidió que reconociera su error político y que abandonara el cargo. "Si su presidente [Felipe González] no sabe salir de esta situación, usted debe hacerlo, como diría Buero Vallejo, para salir de la ardiente oscuridad, por bien de todos y por su bien personal". Miró agradeció que alguien se preocupara personalmente por ella.

"Soy honrada"

Los momentos más tensos de la situación se produjeron cuando Pilar Miró proclamó su honradez. "Yo he cometido un error y eso lo rectifico. Soy una persona honrada, y de lo que sea responsable ya me lo dirán. Es muy duro que se me reclame un comportamiento ético, yo que defiendo a capa y espada las auditorías y que lleguen hasta el final. Yo jamás he ocultado nada, no me he llevado nada que no fuera mío, ni pienso llevarme nada. En mi vida he hecho trampa, jamás, y no pienso hacerla". Pilar Miró terminó este alegato en defensa propia así: "El final de esta situación se va a dar por un lado cuando el Gobierno decida que abandone el cargo y por otro cuando me haga responsable de lo que ha pedido la intervención de Hacienda y de lo que diga el juez, yo aceptaré lo que me digan".

Esta declaración era respuesta a Luis Ramallo, aunque no contestara a las preguntas de éste. Ramallo quería saber si al dinero que iba a devolver añadiría los intereses y no dudó en calificar los hechos de presunta malversación. Ramallo recordó que cualquier ciudadano que ha cometido una irregularidad con Hacienda, paga lo defraudado, una multa, "e incluso, en su caso, la cárcel".