La economía, talón de Aquiles de la 'perestroika'
La caída del ritmo de crecimiento económico en la URSS es un síntoma del saneamiento de la economía -el talón de Aquiles de la perestroika-, según señaló ayer el profesor soviético Nikolai Shmeliov, partidario de que la URSS se endeude en el extranjero -a razón de 4.000 o 5.000 millones de dólares anuales- con objeto de paliar el malestar social de un difícil período de tres a cinco años de transición hacia nuevas estructuras económicas. De estas nuevas estructuras formará parte, según Shmeliov, el mercado de bienes de consumo al por menor y al por mayor, de mano de obra, de divisas y de capitales.
El estado de la economía soviética fue ayer el eje de la discusión en el simposio La Perestroika: ¿hacia dónde va la Unión Soviética?, que se celebra actualmente en Barcelona bajo los auspicios de la Fundación Pablo Iglesias, el Institut d'Humanitats de Barcelona y la fundación CIDIB. La economía, talón de Aquiles de la perestroika de Gorbachov, consiguió animar el debate, en el que participaban expertos occidentales, como el profesor británico Alec Nove (a quien ahora se publica en las mejores revistas especializadas soviéticas) o el profesor francés Jacques Sapir. Shmeliov, uno de los economistas más prestigiosos de la URSS, trabaja en el Instituto de Estados Unidos y Canadá. Con sus tesis sobre la necesidad de endeudarse en el extranjero, Shmellov puso a la defensiva, durante la pasada primavera, a las instancias oficiales soviéticas, reticentes ante la idea de contraer deudas para mantener un abastecimiento del mercado que se ha resentido, entre otras cosas, por la caída de los precios del petróleo, el principal producto, de exportación soviético. Ahora, la actitud de la dirección soviética parece ser mucho más receptiva al endeudamiento exterior, como lo corroboran los préstamos que la URSS ha recibido de la RFA.
Reforma de la gestión
Entre laperestroika (reconstrucción) y la aceleración (otro de los componentes de la reforma económica combatido por una parte de los economistas soviéticos) hay un conflicto, dijo Shmeliov, para quien la economía soviética debe crecer sólo en la rama de alta tecnología y en algunos sectores estratégicos.Shmeliov valoró positivamente la reforma del aparato de gestión económica que acaba de comenzar, y que consiste en la retirada del partido comunista de la dirección operativa mediante la supresión de los llamados "departamentos de rama" del Comité Central del PCUS. Entre los factores que han tenido un impacto negativo sobre la reforma económica Shmeliov citó la campaña antialcohólica, que ha privado al Estado de unos beneficios que entraron en la economía paralela.
La subida de los precios se revela como el momento más delicado y dificil de la perestroika económica, y las autoridades no tienen aún clara la estrategia a seguir. Shmeliov recomendó una subida inmediata de los precios al por mayor y una "demora lo más larga posible" de los precios al consumidor. "Tengo base para pensar que la dirección soviética enfoca con la máxima precaución la reforma de precios", aseguró el economista.
El tono de la discusión se crispó ayer un tanto cuando Jacques Sapir, profesor de Economía de la Universidad de Nanterre, definió la economía de los países del Este como la de países "ocupados". Sapir mantiene que la economía soviética ha estado movilizada durante casi sesenta años, y concibe la perestroika como un proceso de de smovilización. "Si van buscando etiquetas, no llegaremos lejos en la búsqueda de la verdad", dijo el representante soviético, para quien en la URSS los únicos ricos existentes son los "ladrones".
A juicio del profesor Shmeliov, el sistema de privilegios afecta a unas 2.000 personas, contando unos mil miembros del partido y otros 1.000 intelectuales o artistas. La mayoría de lo que en Occidente se considera privilegios son, en opinión de Shmeliov, "nada más que miseria", cosa de "ratones".
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