Prince, pirateado

La piratería discográfica en España tiene su protagonista en el cantante norteamericano Prince. La venta de copias piratas de su elepé Black album, cuya comercialización legal prohibió el artista, alcanza cifras hasta hoy inéditas en nuestro país para un disco de estas características. Los precios oscilan, según las ciudades y puntos de venta, entre 1.700 pesetas y 5.000 pesetas. El artista, su compañía discográfica y la Sociedad General de Autores no reciben los derechos correspondientes a los beneficios generados por estas ventas.

Las tiendas de discos españolas se han visto visto invadidas en las últimas semanas por un disco pirata, el Black album, del cantante norteamericano Prince. Editado, distribuido y vendido sin el consentimiento del artista y de Wea Records, su compañía discográfica, recoge seis canciones procedentes de las mismas sesiones de grabación que dieron origen a Lovesexy, su último disco oficial.A finales de 1987, Prince había finalizado la grabación de su noveno elepé. El cantante seleccionó seis temas para uno de sus más arriesgados proyectos: el Black album. La portada del disco era totalmente negra, sin ninguna referencia al artista ni a las canciones. Una vez distribuidos los masters (copia de la cinta original que da origen al prensado de los discos) por todas las filiales de WEA Records, Prince comenzó a dudar de este trabajo, aplazando sucesivamente su edición. Finalmente, decidió no publicar el elepé, lo que significó la destrucción de los masters ante notario, pese a lo cual se prensaron algunos discos.

Estas copias han dado origen a una de las ediciones piratas más importantes en la historia del pop. Vendedores ambulantes ofrecían en Nueva York casetes del Black album a seis dólares (720 pesetas), mientras en Londres una copia original del disco se vendió en una subasta a 12.000 libras (2.400.000 pesetas). La saturación del mercado ha significado una reducción de los precios y actualmente se puede conseguir en Londres una de estas copias originales -únicas que llevan el troquel distintivo de WEA esculpido en el vinilo- por cantidades que oscilan entre 60.000 y 200.000 pesetas.

En las tiendas españolas, los precios de este disco también varían. En el corazón de Madrid, a pocos metros de la Puerta del Sol, el Black album cuesta 1.975 pesetas. En Barcelona, una de las principales cadenas de tiendas de discos afirma haber vendido más de mil copias a un precio de 2.200 pesetas. En Avilés (Asturias), el disco incluye dos canciones más procedentes de actuaciones en directo, y cuesta 2.400 pesetas, mientras en una tienda de San Sebastián su precio es de 1.900 pesetas. Valencia es la ciudad española en la que el Black album ha alcanzado mayor precio: entre 4.000 y 5.000 pesetas.

Estos discos piratas están fabricados en diferentes países europeos, principalmente Italia, Suecia y Holanda. Importados por algunos mayoristas españoles -que han negado a este periódico cualquier relación con la importación y venta del Black album-, son distribuidos a las tiendas a un precio aproximado de 1.200 pesetas. En origen, el prensado de cada ejemplar le cuesta al pirateador unas 300 pesetas. Los márgenes de beneficios se ven ampliados al no pagar los cánones de un disco legal, como royalties al artista y a la casa discográfica.