Lo empresarios españoles, entre los más preocupados por el mercado único

IGNACIO CEMBRERO, Los empresarios españoles son, después de los belgas, los más preocupados entre los principales Estados de la Comunidad Europea (CE) por la perspectiva de la creación del mercado único europeo a finales de 1992. Este sorprendente resultado figura en un amplio sondeo de opinión efectuado entre los hombres de negocios comunitarios a petición de la Asociación por la Unión Monetaria de Europa.

Empeñada en promover la utilización del ECU (unidad de cuenta europea) en las transacciones comerciales, la asociación reagrupa, bajo la dirección del presidente de Philips, Corelis van der Klugt, a 125 grupos industriales y bancarios de la CE, entre los que figuran aún pocos españoles -Telefónica y el grupo March-, pero su número debería aumentar.Con motivo del primer aniversario de la asociación, Van der Klugt presentó ayer a la Prensa el sondeo y una guía práctica destinada justamente a promover el uso del ECU por parte de las empresas porque, según reza en su introducción, su instauración como moneda común incrementará la seguridad de las inversiones productivas, asi como la rentabilidad de las comerciales, y reducirá también los costes administrativos, contables, financieros, etcétera.

Todas las personas interrogadas pertenecen a empresas que exportan o importan mercancías o servicios por un valor mínimo anual de 41 millones de pesetas, y en el caso español se trata en su mayoría de responsables financieros y de directores generales de la industria manufacturera y del comercio y la hostelería.

No sólo los empresarios españoles son los más preocupados (50%. de los encuestados), junto con los belgas, por el mercado único, los alemanes occidentales (5%) y los italianos (9%) son los menos interesados-, sino que son también los más europeístas.

Avanzar más

Preguntados sobre si es necesario ir más allá del mercado único en la construcción europea, un 79% de los españoles contesta afirmativamente, un porcentaje al que se acercan italianos (78%) y belgas (77%), mientras, como era de esperar, los británicos son los menos proclives a superar ese objetivo, aunque una corta mayoría es favorable a ello (el 47% contra el 45%).

Cuando se les pregunta de qué desean ser informados sobre el mercado único, el grueso de los empresarios (47%) menciona primero el papel de la moneda y después las nuevas normas que entrarán en vigor, pero, paradójicamente, los españoles, que apenas poseen tres años de experiencia comunitaria, son los que aseguran conocer mejor el funcionamiento del ECU.

Después de los italianos y de los franceses, los empresarios españoles (16%) son los que declaran haberlo utilizado más en sus transacciones.

Para los empresarios españoles, el principal inconveniente del empleo del ECU es la falta de apoyo del Banco de España, y las principaleds ventajas son la estabilidad monetaria y el impulso que supone para la construcción europea.

Los aspectos positivos deben superar las pegas porque una mayoría abrumadora del 93% de los empresarios consultados en la Península es favorable a la creación de una moneda común, un porcentaje sólo rebasado por Italia (98%) y Francia (97%). De momento, el Sistema Monetario Europeo tiene ya efectos favorables para el 52% de los hombres de negocios españoles, a pesar de que la peseta no está integrada en él.