Premio de la Concordia

La entrega de un galardón y la recepción de otro fueron las actividades vespertinas en que ayer estuvo inmerso el duque de Edimburgo, quien tomó de este modo el relevo de la atención pública mientras la Reina descansaba.

El príncipe Felipe británico recibió de manos del príncipe Felipe español el premio Príncipe de Asturias concedido este año, conjuntamente, en su versión de la Concordia, al Fondo Mundial para la Defensa de la Naturaleza, que preside el esposo de la Reina de Inglaterra, y a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

Al acto asistieron unos 200 invitados, encabezados por el duque de Calabria, presidente de Adena, la versión española de la organización premiada. Banqueros como Mario Conde, Alfonso Escámez o Pedro de Toledo estaban sentados junto con el arzobispo de Oviedo, Díaz Merchán, o la condesa de Fenosa, en el Salón de las Columnas del Palacio Real.

Antes, el duque de Edimburgo había entregado a cuatro jóvenes residentes en Madrid el máximo galardón de un premio por él instituido con su nombre hace unos 25 años, para premiar a jóvenes que destacan en su campo de actividades, cualquiera que éstas sean. Este acto se celebró en el palacio del Pardo.