La unidad europea, a debate durante del congreso conservador británico
Los conservadores británicos discutieron ayer sobre la unidad europea. El ex primer ministro Edward Heath advirtió al partido que el Reino Unido ha de enfrentarse a la realidad de que la Comunidad Europea seguirá adelante, con o sin Londres, e incitó a trabajar por una Europa unida. El ministro de Exteriores, Geoffrey Howe, replic6 con la reiterada oposición de su Gobierno a la idea de unos Estados Unidos de Europa y ahogó por una actuación coordinada, pero que respete los intereses de los distintos países.
De Heath se esperaba un discurso más Agresivo contra la visión mercantilista europea de Margaret Thatcher. Heath, aislado en el partido, mostró su idealismo europeísta, pero se guardó la mordacidad de anteriores ocasiones. Sus palabras fueron acogidas con aplausos y abucheos. Un grupo de activistas mostró pasquines que decían No a Ted y Judas Heath.
El ex primer ministro comenzó citando la visionaria propuesta del gran líder conservador Winston Churchill de unir Francia y el Reino Unido y vaticinó que la historia dirá algún día que el mejor producto de la II Guerra Mundial fue la unión europea. Europa, dijo, no puede limitarse a ser sólo un área de libre comercio, "es un mercado único que trata también de una divisa común, de un sistema monetario común y de un banco común".
Heath descartó tanto que la burocracia vaya a enseñorearse de los asuntos europeos como que la nueva Europa vaya a borrar las identidades culturales. "El resto de la Comunidad va hacia adelante, con nosotros o sin nosotros, y esa es la elección que debe hacer el Reino Unido".
Howe, por el contrario, insistió en que Europa debe mantener sus fronteras para defenderse del terrorismo y el tráfico de drogas y conservar la personalidad nacional de sus componentes. Lo que hace falta, dijo, es "un Reino Unido fuerte y libre en un Europa tambien fuerte y libre. Nuestro destino está en Europa, como parte de la Comunidad", dijo el secretario del Foreign Office, pero en una Europa alejada del socialismo, del corporativismo y de todos los ismos "excepto el thatcherismo, entendido como libertad a escala europea". Flowe ridiculizó los planes de defensa laboritas y apeló a Mijail Gorbachov a reducir en un 507. el arsenal de armas estratégicas y a rebajar las fuerzas
convencionales del Pacto de Varsovia al nivel de las tropas occidentales.Por otra parte, la primera ministra cumplió ayer 63 años y tuvo que aceptar como desagradable regalo la decisión de los lores, actuando como tribunal constitucional, de que el libro Spycatcher puede ser publicado en el Reino Unido y glosado, extractado y comentado por la Prensa.
'Spycatcher'
La batalla legal contra las memorias de Peter Wright, antiguo miembro de los servicios de información (M15), ha durado cinco años y le ha costado al Gobierno no menos de tres millones de libras (más de 600 millones de pesetas).
Los directores de los periódicos con los que el Gobierno se había enfrentado consideraron el fallo como un triunfo de la libertad de expresión. Wright alega en su libro que un antiguo director del MI5, Roger Hollis fue un agente soviético; que el MI5 intentó desestabilizar al Gobierno laborista de Harold Wilson; que se realizaron escuchas ¡legales en algunas embajadas de Londres y que se estudió la posibilidad de asesinar al presidente egipcio Gamal Abdel Nasser.
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