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Una huella fue la clave para detener al presunto homicida del guardia civil de Soria

Manuel Ortiz Pérez, el joven acusado del homicidio de un guardia civil de Tráfico en Soria, fue identificado y detenido gracias a que dejó una huella dactilar en un paquete de cigarrillos encontrado dentro del Seat Ronda en que viajaba. A partir de ese dato, los 50 guardias civiles que le seguían los pasos lograron capturarle el pasado sábado en casa de unos familiares de Torrejón de Ardoz (Madrid). El juez de la localidad soriana de Almazán decretó el ingreso en prisión del detenido.

El guardia civil Juan José Alcázar Priego, de 26 años, fue asesinado el pasado 8 de septiembre por un desconocido que conducía un coche cerca de Arcos de Jalón (Soria). El homicida, que estaba fugado de prisión, abrió fuego por creer que el agente le había reconocido. Tras el crimen, cientos de hombres montaron un rastreo en el que se emplearon helicópteros y perros adiestrados, pero el agresor consiguió huir campo a través.Un paquete de cigarrillos de la marca Winston, olvidado por el homicida en el automóvil, fue la pista que permitió su identificación y posterior detención. En la cajetilla fue descubierta una huella dactilar que correspondía a Manuel Ortiz Pérez, de 18 años, integrante de la familia quinqui de los Cabezas. El Seat Ronda, matrícula M-1923-FY, había sido comprado por 600.000 pesetas por un joven que supuestamente había utilizado documentación falsa. El Servicio de Información de la Agrupación de Tráfico concluyó que el comprador del automóvil no era otro que el joven Ortiz Pérez.

Unos 50 guardias de las comandancias y subsectores de Tráfico de Madrid, Huesca, Zaragoza, Valencia y la unidad de Servicios Especiales asumieron la tarea de capturar a Ortiz, tras ser identificado éste como presunto autor de los disparos que causaron la muerte al agente Alcázar y heridas graves a su compañero Juan Antonio García Benito, de 27 años.

Los responsables de las pesquisas supieron que Ortiz Pérez no se había reintegrado a la prisión de Zaragoza, de donde había salido para disfrutar de un permiso de fin de semana. Un juzgado había decretado el pasado 4 de julio una orden de busca y captura.

El joven sospechoso fue buscado en diversas capitales donde tiene familiares. Uno de los lugares a los que se suponía que podía acudir en busca de refugio era Torrejón de Ardoz (Madrid), donde vive su pariente Enrique Seva Grau, quien tiene lazos de sangre con el clan de los Cabezas. Manuel Ortiz fue detenido el día 1 en dicho domicilio, escondido bajo una cama.

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