Una mujer, juzgada por la denuncia del policía que presuntamente la había violado
Isabel Losada y su marido, Eusebio Gómez, vecinos de Badalona (Barcelona), fueron juzgados ayer de la acusación de amenazas contra el policía nacional Manuel Solís Arena, que está en libertad bajo fianza por un presunto delito de violación cometido con Isabel Losada.
El policía nacional Manuel Solís Arenas tiene pendiente de resolución una denuncia por violación presentada hace un año por Isabel Losada. El agente no compareció ayer ante el Juzgado de Distrito número 2 de Badalona, donde se concentró desde primera hora de la mañana un grupo de feministas que portaba una pancarta donde se leía: "Isabel Losada, primero violada; después acusada".La fiscal solicitó la absolución de la pareja por entender "que les increpó el mismo denunciante, quien ha querido instrumentalizar esto por si le podía ser beneficioso en el futuro", afirmó la fiscal, Consuelo Vivar, refiriéndose a la causa por violación que, pesea ser anterior a los hechos juzgados ayer, aún no ha sido vista.
Los hechos que se juzgaron ayer ocurrieron el 6 de julio de este año, cuando Isabel Losada y su marido se dirigían a su domicilio y vieron al policía asomarse a un balcón de un cuarto piso. Según declaró Gómez a preguntas del fiscal, "el policía me hacía burla y gesticulaba poniéndome cuernos". La respuesta de Eusebio Gómez fue "tú tienes que estar en la cárcel". "Arenas", siempre según la versión de Gómez, "contestó, señalando a mi mujer: 'me va a hacer una mamada"
La abogada que representa a Losada, Eugenia Castejón, expresó su preocupación respecto a las profundas irregularidades y lentitud observadas en la inscripción del sumario por violación (septiembre de 1987), así como la "inhibición" del fiscal en el mismo, de acuerdo con lo comunicado en sendos escritos dirigidos al presidente de la Audiencia de Barcelona, Antonio Doñate, y a la vocal del Consejo General del Poder Judicial, Cristina Alberdi.Isabel Losada denunció en septiembre de 1987 la violación de que fue objeto en su vivienda los días 7 y 8 del mismo mes, en presencia de sus hijos de seis años, tres años y 10 meses de edad, por parte del policía Manuel Solís, que reside un piso más arriba del suyo y que se descolgó por el balcón del lavadero. La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Badalona, María Rosa Andrés Cuenca, dictó el 30 de noviembre auto de libertad provisional, bajo fianza de 100.000 pesetas, para el policía.
Dos meses en prisión
En el escrito que Castejón dirigió n febrero de este año a Cristina Alberdi se señala que la actitud del juzgado instructor hace que su clienta se sienta más juzgada que el propio querellado.
Durante los dos meses y medio que el policía Solís permaneció en la cárcel Modelo, Isabel recuperó la tranquilidad. Su muesta en libertad reavivó el temor de que cumpliera la amenaza de matar a sus hijos si le denunciaba. Desde entonces Isabel se ha sentido prisionera en su propia casa, ya que el hombre que presuntamente le esposó las manos a la espalda y la violó sigue viviendo en el piso de arriba. En la actualidad, la familia ha enrejado las puertas y ventanas de la casa, asustados por las llamadas telefónicas realizadas por un hombre -en cuya voz Isabel reconoce a su violador- en tono amenazante y obsceno. Ella consiguió que la compañía telefónica le cambiara el número, pero de forma periódica aparecen en su calle octavillas insultantes contra Isabel.
La convivencia con el policía Solís no resulta dificil sólo para el matrimonio, ya que los demás vecinos han protagonizado varias acciones de protesta. El policía ha sido declarado persona no grata en el barrio.
Antes de las agresiones sexuales denunciadas por Isabel, un grupo de vecinos presentó una querella criminal contra Solís por tenencia de explosivos, incendio y amenazas, pero no se aceptó a trámite. Los vecinos recuerdan una reunión de la comunidad, en la que Solís sacó su pistola porque no estaba de acuerdo con las opiniones de los demás.
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