La política de inversiones estatales irá encaminada a mejorar infraestructuras y servicios públicos
El Estado gastará en 1989, sin contar las operaciones financieras, 9,895 billones de pesetas, con un aumento del 14,7% respecto a lo presupuestado para 1988. La política de gastos enunciada por el Gobierno pretende cubrir tres prioridades básicas: incrementar las infraestructuras de capital físico y humano, mejorar los servicios básicos (justicia y sanidad) y tender hacia una redistribución de la renta, mejorando las rentas más bajas. A pesar de todo, los gastos corrientes suponen más el 80% de lo presupuestado.
El presupuesto de gastos no financieros del Estado para 1989 vuelve a estar marcado, como en años anteriores, por el peso de los gastos corrientes, aunque en esta ocasión buena parte de las transferencias corrientes esté destinada a mejorar los servicios básicos y obtener una mejor distribución de la renta. Las operaciones de capital registran un fuerte incremento (25%), debido en parte al crecimiento del 39,5% de las inversiones reales del Estado. Dentro de este apartado destacan los ministerios de Obras Públicas y Urbanismo, Defensa, Transportes y Comunicaciones, Interior y Justicia.En esta ocasión, la principal novedad en el capítulo de gastos del proyecto de ley presentado ayer está, además de las citadas prioridades básicas, en el cambio de adscripción de las dotaciones destinadas al sistema de Seguridad Social (pasan de Trabajo a Sanidad).
Respecto a las tres prioridades básicas enunciadas en su día por el presidente del Gobierno, Felipe González, el texto enviado al Parlamento explica que para incrementar la infraestructura de capital físico y humano se aumentan de forma considerable las dotaciones para carreteras, ferrocarriles, puertos, aeropuertos, regadíos, obras hidráulicas e investigación y desarrollo. Para todo ello se destinarán más de un billón de pesetas, repartido entre los ministerios de Obras Públicas y Urbanismo, Transportes, Agricultura y Educación.
En cuanto a la mejora de servicios básicos, el presupuesto no aumenta las inversiones reales, sino las transferencias corrientes a los ministerios de Justicia y Sanidad. En el primero de ellos se incrementan un 15,5% los gastos de personal (nuevas contrataciones), un 27,4% los gastos corrientes y un 20,4% las inversiones reales (mejora de instalaciones). En Sanidad, los gastos totales supondrán cerca del 10% del presupuesto consolidado para el próximo año, configurándose además un nuevo régimen de financiación de la asistencia sanitaria de la Seguridad Social.
Y por último, respecto a la tercera prioridad para 1989 -redistribución de la renta-, se señalan los incrementos pactados para las pensiones y la creación de un fondo para mejorar los niveles salariales inferiores a los funcionarios.
Transferencias del Estado
Un capítulo importante dentro de los gastos del Estado para 1989 es el de las transferencias a otros agentes. Este concepto incluye, además de la Seguridad Social y los distintos organismos autónomos, las empresas públicas (recibirán 542.418 millones de pesetas), las comunidades autónomas (1,058 billones), las corporaciones locales (748.188 millones), las empresas privadas (148.971 millones), las familias e instituciones sin afán de lucro (574.261 millones) y las transferencias al exterior, a las que destinarán 343.625 millones. En total, más de 5,6 billones de pesetas.
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