Neta victoria de la oposición turca en el referendum

La oposición turca se apuntó ayer una neta victoria sobre el primer ministro, el conservador Turgut Ozal, en el referéndum centrado sobre una cuestión menor (el adelantamiento en unos meses de las elecciones municipales), que, finalmente, se planteó como una cuestión de confianza sobre el jefe del Gobierno. Pese a la derrota, Ozal anunció anoche que no dimitirá y que permanecerá otros cuatro años en el poder, porque considera satisfactorios los resultados, al acercarse el porcentaje del sí al 36% que obtuvo el Partido de la Madre Patria (PMP) en las legislativas del pasado mes de noviembre.

De acuerdo a los datos oficiosos y aún no definitivos, el no alcanzó el 65%, frente al 35% el sí. Ozal había asegurado que podría dimitir y retirarse de la política según el resultado de la consulta. "Hemos examinado los resultados y parece que el apoyo popular a nuestro partido se mantiene`, declaró, por su parte, Oltan Sungurlu, vicepresidente del PIOP.Más de 20 millones de electores -de un total de 26,6 millones- concurrieron a las urnas, lo que no tiene una especial significación habida cuenta de que el voto es obligatorio y que la abstención está castigada con multa de unas mil pesetas.

Los turcos votaron ayer sobre si se adelanta, o no, al próximo 13 de noviembre la fecha de las elecciones municipales, previstas para marzo de 1989, de acuerdo con lo establecido en la Constitución, que establece que los comicios han de celebrarse cada cinco años.

El Parlamento se pronunció el pasado mes de agosto, durante una sesión extraordinaria, en favor de la enmienda constitucional que permitiría el adelanto. Un total de 284 diputados votaron a favor y 95 en contra. Para que prosperase la propuesta se necesitaba. la aprobación de dos tercios de los parlamentarlos (300 de un total de 450). Al no alcanzarse esta cota, había ele recurrirse al referéndum, previa aprobación (que se obtuvo) del presidente de la República.

Ozal, hizo campaña por el sí, mientras que los partidos de oposición fueron unánimes en su apoyo al no. El 18 de septiembre, Ozal aseguraba que dimitiría en caso de derrota grave, lo que daba a la consulta una extraordinaria importancia para el porvenir inmediato del PMP.

En el entorno de Ozal, de manera oficiosa, se fijó un tope. Si el sí alcanza el 32%, el primer ministro no dimitirá. Este porcentaje es suficiente, en unos comicios generales, para alcanzar la mayoría absoluta en el Parlamento, gracias a una ley electoral, hecha aprobar por Ozal que, por ejemplo, permitió que el PMP, con tan sólo el 36% de los votos, obtuviera en noviembre de 1987 el 65% de los escaños parlamentarios (292 de un total de 450).

Algunas personalidades cercanas al Gobierno estimaban que la barrera que debería trazarse Ozal debía situarse en ese 36%, para poder asegurar, si se alcanzaba o superaba, que Ozal seguía contando con la confianza del país.

El secretario general del opositor Partido Populista Socialdemócrata, Deniz Bayical, aseguró ayer, antes de que cerrasen los colegios electorales que Ozal debía dimitir, incluso si el sí superaba la cota del 36%, y que el nuevo presidente del partido en el poder debería ser nombrado primer ministro. Baykal añadió que el presiden te de la República, Kenan Evren -el general que encabezó la última intervención militar-, debería esperar a la elec ción del nuevo líder del PMP para designarle.

Por su parte, Suleiman De mirel, líder del Partido de la Justicia (derecha), manifestó anoche que el poder había perdido el referéndum y agregó: "Se ha dado un paso hacia una auténtica dernocracia".

Los analistas opinan que han existido tres razones para que una tercera parte del electorado haya votado a favor de Ozal: el temor a regresar a un período de anarquía como en los años setenta, que causó cercá de 6.000 muertos; el peligro de una desestabilización económica y la falta de una alternativa al actual poder.

Ahora, Ozal, consciente de su "éxito relativo", continuará gobernando y es previsible que pueda aspirar a la presidencia de la República una vez abandone la jefatura del Gobierno en 1992.

Periódico secuestrado

El diario turco más influyente, el liberal Hurriyet (de 700.000 ejemplares de tirada), fue secuestrado ayer por violación de las normas que prohibían toda propaganda electoral a partir de las seis de la tarde del sábado.

El rotativo publicaba en su primera página el titular El día de Ozal y se refería en páginas interiores a la posibilidad de que el primer ministro se retirara si el resultado del referéndum le era muy desfavo~ rable.

Era la cuarta vez en 27 años que los turcos participaban en un referéndum. En 1961, más de seis millones de electores aprobaron, con el 62% de los votos, la Constitución de la segunda República turca, surgida del golpe de Estado militar de 1960.

En 1982, la Constitución de la tercera República, redactada por los militares que se hicieron con el poder en septiembre de 1980, fue aprobada con el 91,3% de los votos de los 17 millones de electores.

Finalmente, en septiembre de 1987, más de 12 millones de votantes (el 50,16%) se pronunció en favor del levantamiento de las prohibiciones políticas que afectaban a los dirigentes políticos anteriores al golpe de 1980.