La oposición birmana mantiene la moción popular
Las Fuerzas Armadas de Birmania, al mando de su comandante en jefe y ministro de Defensa, Saw Maung, tomaron ayer el poder en el país con el propósito de "garantizar el orden para que puedan celebrarse elecciones democráticas". La oposición, a través de un portavoz, ha considerado la acción del Ejército como "algo que arruina todo lo hecho", y mantiene sus órdenes de movilización popular. Ayer mismo, miles de personas se echaron a la calle para protestar contra el golpe, pese a la prohibición expresa de los nuevos dirigentes.
La decisión de Saw Maung de tomar el poder e implantar el toque de queda se produjo dos días después que el partido único birmano (Partido del Programa Socialista de Birmania, BSPP) decidiera expulsar de su seno a todos los funcionarios y militares, una vez decidida la convocatoria de elecciones democráticas en un plazo no superior de tres meses.Un comunicado de Radio Rangún, entre marchas militares, anuncié ayer que las Fuerzas Armadas dirigidas por Saw Maung, que preside una recién instaurada Organización para la Restauración de la Ley y el Orden -integrada por 19 jefes militares- toman el poder "con el propósito de poner fin al deterioro de la situación en el conjunto del país y en interés del pueblo". El comunicado prosigue que la labor de los militares es garantizar el orden, asegurar la seguridad en los transportes y la satisfacción de las necesidades de la población. El comunicado añade que la comisión parlamentaria -de cinco miembros- que el BSPP creó hace una semana para preparar las elecciones permanece vigente, y hace un llamamiento para que "todos los partidos y organizaciones que acepten y practiquen la democracia auténtica puedan comenzar los preparativos y formar, a partir de ahora "sino, partidos políticos".
Seguir la lucha
Diplomáticos occidentales destacados en Rangún con los cuales se ha contactado por teléfono, informaron que, pese al golpe de Estado, no hay movimiento inusual de tropas por las calles de la capital. Sin embargo, sí se han registrado concentraciones populares poco después del anuncio del golpe. Grupos de estudiantes han desfilado por las calles gritando consignas como: "¡No somos cobardes! ¡Seguiremos combatiendo!". Según algunos testigos, se escucharon disparos en el centro de Rangún.
La oposición democrática ha reaccionado con rapidez ante el golpe militar y lo que se supone el fin del poder totalitario del BSPP durante 26 años. Sus dirigentes, los ex generales Tin Oo, Aung Gyi y la señora Aung San Suu Kyi, mantuvieron ayer mismo una reunión en la que decidieron mantener la movilización popular a través de la vía pacífica y reafirmar su deseo de que se establezca un Gobierno interino que sustituya al BSPP. Uno de los portavoces de la coalición opositora, Win Thein, informó telefónicamente que estaba seguro que los estudiantes -quienes junto a los monjes budistas, son los promotores de la revuelta que se prolonga tres meses- "rechazan la injerencia militar".
Hasta el momento se desconoce la suerte del presidente Maung Maung, así como de Ne Win, que dirigió el país con mano de hierro durante 26 años y que dejó el puesto el pasado mes de julio a Sein Lwin. Este solamente duró 17 días en el cargo, y lo dejó ante la presión popular y después de serios disturbios que causaron la muerte, según algunas versiones, a 3.000 personas.
Según diplomáticos occidentales, el Ejército ha tomado el poder ante la inexistencia de un Gobierno efectivo y la situación de desorden generalizado en el país. De todas formas, las intenciones del general Saw Maung sobre el futuro democrático no están claras. Periodistas y diplomáticos afirman que, pese a su dimisión, Ne Win sigue manejando los hilos del poder y Saw Maung es uno de sus fieles.
La trayectoria del depuesto presidente Maung Maung desde que ocupó el poder a comienzos del pasado mes de agosto ha sido de concesiones a la oposición democrática -rechazadas todas ellas- incluida la decisión de convocar elecciones libres antes de fin de año.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.