Sjobo, matería de estudio

La hasta ahora desconocida pequeña ciudad de Sjobo, en el sur de Suecia, no sólo se ha convertido en centro de la atención periodística internacional sino que, además, será objeto de estudio por parte de un grupo de investigadores de la universidad de Lund. Constituirá también especial motivo de atención por parte del futuro Gobierno, si es que se quiere evitar que el fenómeno se extienda, despertando una corriente antiextranjera que conduciría a tensiones sociales hasta ahora prácticamente inexistentes.La situación ayer durante la votación se mantuvo tranquila y el único incidente fue la destrucción, la noche anterior, de los carteles colocados en la cabaña de madera (stuga) instalada por el grupo que apoyó el sí, es decir, la aceptación de extranjeros.

Fuentes locales consultadas por este periódico señalaron que los habitantes del lugar se sienten intimidados por la notoriedad alcanzada y por la presencia de tantos periodistas extranjeros, y rehusan prestarse a cualquier tipo de declaración. Tanto los partidarios del sí como sus opositores en general se han negado a debatir sus puntos de vista públicamente y la ciudad está lejos de presentar los habituales corrillos de discusión que se producen en tales circunstancias. La idea que puede existir en el exterior acerca de una ciudad convulsionada está lejos de ser real, señalaron vecinos del lugar.

La ausencia de una campaña explicativa por parte de las autoridades, capaz de disipar ciertos prejuicios fruto del desconocimiento, parecería que ha tenido mucho que ver en la realización de este referéndum. Pero son los componentes fascistas, que consciente o inconscientemente subyacen en este problema, más la participación de elementos decididamente pronazis los que pueden imprimir un giro no deseado a esta situación.

En algunas comunas, los votos de los extranjeros eran decisivos. Muchos ayuntamientos cuentan con representantes de algunas colectividades, pero la experiencia indica hasta ahora que el interés de los extranjeros por participar en la vida política es reducido, y supera excepcionalmente el 50% de concurrencia a las urnas. En general, se considera que la mayoría de los extranjeros apoyan con su voto a los partidos del bloque socialista, aunque existen también agrupaciones de extranjeros encuadradas dentro de alguno de los partidos burgueses.

Existe un proyecto de la socialdemocracia de otorgar la plenitud del derecho de voto a todos los extranjeros que cumplan determinadas condiciones pero no parece contar con el apoyo de los partidos del bloque burgués.

De los casi ocho millones y medio de habitantes que tiene el país, algo más de un millón son extranjeros. Naturalmente, es la elección de los diputados la que concita el principal interés y fueron las cifras del escrutinio de éstas las primeras en conocerse media hora después de haberse clausurado los locales de votación.