_
_
_
_

Los telespectador chilenos ironizan sobre la conversión democrática de Pinochet

Las emisiones de propaganda política en la televisión chilena, tras 15 años de censura, baten todas las marcas de audiencia en el país, mientras continúa la polémica por la prohibición del programa electoral del no del lunes pasado. Muchos telespectadores ironizaban ayer sobre la reconversión democrática del general Augusto Pinochet, que decidió suspender la emisión de la propaganda del sí del día siguiente en compensación. Un experto comentó que el 70% de todos los televisores está conectado cuando el sí y el no tratan de ganar votantes.

Más información
LLueven políticos sobre Santiago

Este elevado índice de audiencia se debe sin duda, además de al interés por el tema, a que todas las emisoras de televisión de Chile conectan en cadena nacional para retransmitir la propaganda electoral obligatoria. Después de un día sin la película del no, censurada por el Consejo Nacional de Televisión, en la noche del martes faltó a su cita la del sí. Un cartel advirtió a los telespectadores que "el presidente de la república ha dispuesto no utilizar el espacio que correspondía hoy para la opción al con el objeto de mantener la igualdad de condiciones en el debate político".El periódico opositor Fortín Mapocho acogió la decisión de Pinochet con ironía. A toda página, en primera tituló: 'Ayer sufrió otro ataque de democracia. Dios lo guarde. Pinochet sacó el sí de la tele''.

Los propagandistas del no tuvieron suerte con su película el martes. Durante el día, todo Chile había debatido la prohibición del programa del no la noche anterior. La película del no del martes tuvo la censura como tema central. Esto fue para los del no una feliz coincidencia y no una respuesta a la prohibición. Las películas de propaganda electoral se envían con tres días de antelación al Consejo Nacional de Televisión, pero la del martes parecía una réplica contra la prohibición.

El cubismo cubano

Aparece en la película el escritor chileno Jorge Edwards, que recuerda que Chile no tuvo censura durante un siglo, hasta que llegó el 11 de septiembre de 1973, fecha del golpe de Pinochet. Añade Edwards que se implantó una "censura feroz" y se llegó incluso a la quema de libros en las calles. El escritor ironiza que la censura del régimen prohibió un libro sobre el cubismo porque el censor pensó que aquello estaba relacionado con la revolución cubana.En un tono alegre y decantación del voto juvenil, la película del no, tras la cancioncita habitual de Chiiile, la alegría ya viene, siguió con Juan Manuel Serrat, que interpreta durante un rato una canción de su disco Bienaventurados. La actuación de Serrat se interrumpe con una entrevista al cantante, que dice: "No creo que Pinochet sea un demócrata. Ni creo que alguien que no sea un demócrata pueda tener respeto por la democracia". La presencia de Serrat en la propaganda del no es también una novedad en Chile, porque el régimen lo tenía vetado en televisión, aunque las radios repiten sus canciones hasta la saciedad. Las emisoras de oposición no cesan de pasar canciones de protesta.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Entretanto, Pinochet sigue lanzado con su política de regalos electorales y ayer condonó miles de deudas por cuentas de electricidad de los hogares más pobres.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_