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El mal tiempo obliga a Juan Pablo II a "visitar" Suráfrica

Francesc Valls

FRANCESC VALLS, ENVIADOESPECIAL, Juan Pablo II, que había anunciado que en un futuro próximo visitaría Suráfrica, vio ayer precipitadamente cumplido este propósito. Las condiciones meteorológicas reinantes en el aeropuerto de Maseru (Lesoto) impidieron el aterrizaje del Boeing 707 de Air Zimbabue en el que viajaban tanto el Papa como los 70 periodistas que te acompañan en su cuarto viaje a África. Ésta es la primera vez que un Papa se ve obligado a tomar tierra en un país no previsto durante un viaje pastoral.

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Cuatro muertos en el asalto a un autobús secuestrado con 71 peregrinos en Maseru

Juan Pablo II llegó, finalmente, anoche a Maseru, que se encontraba sumida en la tragedia del secuestro de un autobús con 71 peregrinos a bordo. A los 20 minutos de, que el Papa entrara en la capital de Lesoto, fuerzas de elite de la unidad antiguerrillera surafricana (SAP) asaltaron el vehículo.Tres de los cuatro guerrilleros y una mujer resultaron muertos. Otros 11 peregrinos resultaron heridos de diversa consideración en el tiroteo que se produjo entre los secuestradores del autobús y los miembros de la SAP.

Por la mañana, el piloto del avión papal se vio obligado a tomar rumbo a Johanesburgo, en cuyo aeropuerto aterrizó. El diablo, al que hacían referencia los discursos que Karol Wojtyla debía pronunciar ayer en Lesoto, jugó una mala pasada tanto al avión como a los obispos surafricanos que le habían solicitado que no pisara la. nación del apartheid.

La decisión de aterrizar en Johanesburgo fue tornada por el capitán del Boeing 7017 de Air Zimbabue, Robert Cartwright. El Papa, al conocer la noticia, exclamó: "¡Esto no estaba en el programa!".

Ante el inesperado visitante, el ministro de Asuntos Exteriores surafricano, Pik Botha, viajó rápidamente desde la ciudad de Pretoria al aeropuerto de Jan Smuts a recibir al Papa.

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El secuestro de] autobús había comenzado en la noche del martes, cuando cuatro hombres de raza negra, presumiblemente del Ejército de Liberación de Lesoto, entraron al autobús vestidos como monjas y armados con rifles, revólveres y granadas.

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El Papa viaja a Lesoto con una escolta surafricana

Viene de la primera páginaAntes de que se tomara la decisión de desviarse hacia Johanesburgo, el Papa había enviado el rnensaje que traía preparado para el jefe del Estado surafricano: "Al sobrevolar territorio surafricano, presento mis respetuosos saludos a su excelencia y rezo por la paz y el bienestar de todos los habitantes de su país".

El comandante de la aeronave explicó por el servicio de megafonía que cuando el Bocing había partido de Gaborone, la capital de Botsuana, se carecía absolutamente de señales de Maseru, tanto por radio como por teléfono. Sóloo existía un parte meteorológico que no especificaba que el aeropuerto estuviera bajo mínimos. "El aterrizaje se ha frustrado en la aproximación final a la pista, a causa del no funcionamiento de los instrumentos de aterrizaje del aeropuerto de Maseru, lo que descubrimos cuando ya nos dirigíamos hacia esa pista", dijo el piloto.

El Pontífice leía

Se barajaron las hipótesis de acudir o bien a Maputo, en Mozambique, o volver a Gaborone, o, finalmente, aterrizar en Johanesburgo. Sin embargo, tal como manifestó el comandante a un grupo de periodistas, el responsable de Alitalia que dirige todos los vuelos papales, Giorgio Reale, decidió acudir a Johanesburgo debido a que los demás aeropuertos estaban bajo mínimos. Una cuarta pista que se tomó en consideración, también en Suráfrica, fue descartada. El aeropuerto que reunía mejores condiciones era por el que finalmente se optó.

Los problemas se iniciaron poco antes de las once de la mañana. El Papa estaba leyendo un libro de filosofía cuando el piloto comprobó que los sistemas de guía del aeropuerto de Maseru no funcionaban. Descendió hasta la altura mínima de seguridad. Las nubes bajas le impedían entonces ver la pista. La aeronave no podía descender más metros porque las montañas que rodean el aeropuerto, de entre 3.000 y 4.000 pies (entre 900 y 1.400 metros) de altura, no hubieran permitido remontar en caso de que el avión hubiera intentado descender hasta la pista.

El Papa permaneció quieto en su asiento, que jamás abandonó para ir a la cabina de mandos. La decisión no la tomó él. Fue así como el Bocing se vio obligado a tomar rumbo a Suráfrica, mientras que el rey Moshoecishe II y la reina aguardaban, junto a de cenas de miles de ciudadanos de Lesoto, la llegada del vuelo papal. Ellos debieron aguardar hasta la noche de ayer para ver al sucesor de Pedro, que había decidido cubrir por carretera los 450 kilómetros de ruta montañosa que le separaban de Maseru. Una escolta de policías surafricanos en motos y un helicóptero acompañó al Pontífice y tiene virtualmente tomada la capital de Lesoto.

Cuando llegó el avión del Papa, que aparcó junto a un Jumbo de Lufthansa y a un 707 de la Surafrican Air West, fue rodeado por una decena de policías armados con subftisiles. El Papa bajó del avión y, sin realizar su tradicional gesto de besar el suelo, se dirigió directamente a una sala del aeropuerto para una entrevista de 20 minutos con Pik Botha, que había sido recibido al pie del avión por el sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano. Durante la entrevista, Botha salió por un mornento a la sala contigua para declarar a los periodistas: "Somos privilegiados al poder ofrecer nuestra asistencia al Papa y estamos tratando de hacer su estancia lo más confortable posible".

Durante su. reunión con el Papa, Pik Botha le comunicó personalmente las noticias acerca del secuestro de un autobús con peregrinos en Lesoto y le entregó un mensaje del presidente Pleter Botha en el que le expresaba su preocupacitón por evitar "un baño de sangre".

La visita obligada que el papa Juan Pablo II realizó ayer a Johanesburgo fue vista como un éxito menor por la diplomacia surafricana, que compensa en parte la ofensa que representó la omisión deeste país en la gira de nueve días del Papa por cinco naciones fronterizas, informa Erik van Ees desde Johanesburgo. Pero el Gobierno no está especialmente interesacio en capitalizar esta parada imprevista del Papa, según fuentes políticas. La razón por la que Juan Pablo II descendió en Johanesburgo fue "técnica y no política, y este hecho no afecta las razones por las que Suráfica fue excluida de la gira", dijeron las fuentes. En Suráfrica, la visita del Papa a Lesoto y Suazilandia, enclavados en el territorio surafricano, no ha levantado mucho interés.

En otras dos ocasiones en sus 10 años de pontificado y 39 viajes fuera de Italla, el Papa se ha visto obligado a cambiar de pista de aterrizaje, aunque no de país.

Por el momento, se desconoce si habrá nuevos reajustes en este viaje papa[: las condiciones climaticas son bastante malas.

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