Cuatro muertos en el asalto a un autobús secuestrado con 71 peregrinos en Maseru

Cuatro personas resultaron muertas y otras 11 heridas en el asalto, por una unidad especial antiguerrilla de la policía surafricana (SAP), a un autobús con 71 peregrinos a bordo, secuestrado el martes en Maseru por cuatro hombres armados. Un portavoz la SAP informó en Pretoria que tres de los fallecidos eran secuestradores y que la cuarta víctima es una mujer. Los heridos, de diversa consideración, son todos rehenes . El cuarto secuestrador fue capturado por los hombres de la SAP.El tiroteo se produjo apenas 20 minutos después de que el Papa llegara a la capital de Lesoto, el pequeño reino montañoso enclavado en el corazón de Suráfrica. La consternación podía apreciarse en Maseru, no sólo por el mal tiempo que motivó el retraso en la llegada del Juan Pablo II, sino especialmente por el secuestro y su violento final.

Los cuatro secuestradores, de raza negra y presumiblemente miembros del disidente Ejército de Liberación de Lesoto (ELL), habían pedido ver al Papa y al rey Moshoeshoe como parte de sus condiciones para liberar a los rehenes.

Según medios de la iglesia católica local, los cuatro hombres entraron en el autobús vistiendo hábitos de monja. Desde el momento del secuestro, rechazaron todo envío de comida y agua para los rehenes.

En el vehículo viajaban 36 niñas, 25 mujeres, incluyendo 10 monjas, y 10 hombres, todos ellos negros, salvo una monja canadiense. La policía local acordonó de inmediato la zona donde estaba aparcado el autobús, justo frente al Alto Comisionado (embajada) del Reino Unido.

El Ejército de Liberación de Lesoto, brazo armado del Partido del Congreso de Basutoiand, mantuvo una fuerte lucha armada contra el ex primer ministro Leabua Jonathan, depuesto el 20 de enero de 1986 por un golpe de Estado prosurafricano. Una amnistía decretada por el Consejo Militar que tomó el poder fue rechazada por los líderes del ELL.

Un hombre que dijo representar al ELL desmintió, en una llamada anónima a la radio oficial de Suráfrica, que su grupo estuviera detrás del secuestro, pero sus palabras parecen inciertas.