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Juan Pablo II arremete contra la poligamia en su tercer día en Zimbabue

Francesc Valls

ENVIADO ESPECIAL, La crítica a la poligamia ocupó ayer parte de los discuros papales durante el tercer día de estancia de Karol Wojtyla en Zimbabue. Ante 50.000 personas pertenecientes a la etnia ndebel, el Pontífice alabó en Bulayo la unidad familiar y criticó las "uniones irregulares", muy frecuentes en este país y practicadas no sólo por el 80% de la población que se declara animista, sino también por quienes se convierten al cristianismo, un 20% de los ciudadanos de Zimbabue.

Lo habitual en este país, explican algunos sacerdotes católicos, es que un hombre tenga varias mujeres, que puede repudiar en caso de que no le den hijos varones. En la medida en que esa tradición ancestral afecta a una parte de quienes se declaran católicos, el Papa quiso dejar patente cual es la doctrina de la Iglesia, cuya voz se oye desde hace tan sólo cien años en Zimbabue. "La estabilidad de la fimilia está amenazada tanto por problemas como la inmoralidad sexual y las uniones irregulares como por la inseguridad económica y los medios de vida inadecuados", afirmó Karol Wojtyla ante los ndebeles congregados en el hipódromo de Ascot, de la ciudad de Bulawayo. Los asistentes cantaban y bailaban canciones de tradición animista y muchos de ellos desconocen el inglés, lengua en que se expresó Juan Pablo II. Quizá por ello, el momento en el que se produjeron más gritos tribales fue cuando el pontífice habló en ndebele y destacó que para la tarea evangelizadora de la iglesia es fundamental conocer la lengua del país al que acude el misionero.La alusión papal a la poligamia es la segunda que hace referente a conductas morales, tema en el que no se ha prodigado durante su estancia n Zimbabue. El Pontífice ha preferido hablar de la reconciliación con el país de sir Cecyl Rohdes, que amasó una importante fortuna con su particular filosofía de "filantropía más el 5%".

El Papa, quizá por ello, quiso ayer hacer hincapié nuevamente en la reconciliación, a su juicio, paradigmática que ha realizado el Gobierno de Robert Mugabe. Los esfuerzos para la pacificación de la región de África del sur llevaron a la capital de Mozambique, hace varios meses, al cardenal Roger Etchegaray, pres*ldente de la pontificia comisión de Justicia y Paz. Joaquín Navarro Valls, portavoz del Papa, destacó ayer ante los periodistas la importancia de la misión del citado cardenal, quien también se entrevistó con las autoridades surafricanas querespaldan a la Resistencia Nacional Mozambiqueña (Renamo) en su lucha contra el régimen de Maputo.

Hoy, Juan Pablo II saldrá de Zimbabue rumbo a Botsuana, un país que ha sufrido los ataques directos de Suráfrica y en el que los católicos no llegan a más del 4% de la población.

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