Gratitud
El pasado día 14 de agosto, y después de una larga enfermedad, falleció mi padre, Eugenio Romero, en el hospital Ramón y Cajal, de Madrid.Dentro de la pena que produce la pérdida de un ser tan querido, no tengo por menos que reconocer, en mi nombre y en el de toda mi familia, la buena atención y trato que recibimos de todo el personal del mencionado hospital.
Quiero destacar sobre todos a don Marino Iglesias, uno de los celadores encargados de las salas mortuorias; no encuentro palabras para agradecer su comportamiento para con todos nosotros.
De verdad, quedé impresionado por su humanidad y el consuelo que nos prestó en tan tristes circunstancias.
Con estas líneas quiero expresarle toda mi gratitud y amistad, por su buen hacer con esta familia que en su dolor encontró una buena persona que le ha brindado toda clase de ayuda.
Gracias, Marino, siempre te recordaremos.-
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