El cansancio no es solución para el Ulster

El terrible atentado de la carretera de Omagh el sábado por la mañana plantea problemas a tres niveles diferentes. El primero se refiere a las circunstancias concretas de la emboscada al autobús que llevaba de vuelta a los soldados de permiso a sus acuartelamientos. ¿Tuvo éxito la operación del IRA gracias a un chivatazo desde el interior?El segundo nivel guarda relación con la seguridad en Irlanda del Norte en su conjunto. Se ha prometido revisar completamente la seguridad. Pero lo mismo se prometió después de los atentados de Lisburn y Mill Hill.

El último nivel es político. En momentos de crisis como éstos las medidas políticas precisamente pasan a segundo lugar después de las consideraciones en materia de seguridad. Pero las solas medidas de seguridad, por muy rigurosas que sean, en el mejor de los casos sólo contendrán el problema. Así, Omagh constituirá el pretexto para desempolvar viejas soluciones.

Las muertes de ocho jóvenes soldados en la carretera de Omagh bien pueden acrecentar la sensación de cansancio que existe en el resto del país con la provincia, el sentimiento de que el Reino Unido ya ha hecho bastante y que debería abandonar. Pero ése es precisamente el punto clave de la operación: crear ese ambiente en el resto del país. Los que se aferran a este tipo de acontecimientos para pedir la retirada no deberían perder de vista este hecho.

22 de agosto