El Gobierno brasileño responsabiliza a los países desarrollados del deterioro de la selva amazónica

La Asamblea Nacional Constituyente de Brasil ha remitido a las organizaciones ecologistas españolas encuadradas en la Federación de Grupos de Defensa de la Naturaleza (CODA) un escrito en el que se reconoce el alto deterioro que está sufriendo la zona selvática atiántica y las selvas del Amazonas, y en el que se acusa a los países desarrollados de Occidente de tener una grave responsabilidad en este hecho. En el escrito se señala a Brasil como una víctima de la "división internacional del trabajo hecha por el capitalismo, especialmente por los países capitalistas centrales".La carta es respuesta a la petición realizada por las organizaciones ecologistas españolas para que las autoridades brasileñas adopten medidas urgentes a fin de frenar el deterioro ambiental de ese país, que repercute en el medio ambiente mundial. Esta petición forma parte del compromiso adquirido por los ecologistas, pacifistas y defensores de los derechos humanos españoles que se sumaron en mayo pasado a una campaña europea de apoyo a los ecologistas brasíleños en un último intento de detener la destrucción de la Amazonia.

La Constitución

Con este motivo, según un portavoz de CODA, "se enviaron escritos solicitando niedidas urgentes a numerosos organismos internacionales, como la oficina de la Unesco en Brasil y a las propias autoridades de este país". En dichos escritos "solicitábamos que la nueva Constitución brasileña, que habrá de ser sometida a referendum popular, recogiera en uno de sus artículos aspectos relacionados con la protección del medio ambiente y de los pueblos indígenas de Brasil". Las cuestiones relativas a la preservación del medio ambiente han quedado recogidas en el artículo 228 del proyecto de Cons titución, aunque los grupos eco logistas lamentan la ausencia de mención a los pueblos indígena en dicho borrador.Respecto a la respuesta oficial de las autoridades brasileñas, los ecologistas señalan que la propia Comunidad Económica colabora, a través de proyectos como el de mineral de hierro, en la destrucción del medio natural de Brasil. La CE participa con 600 millones de Glólares (unos 75.000 millones de pesetas), por medu de la Europea del Carbón y del Acero (CECA), en el citado proyecto para extraer el neral de hierro de las montañas de Cajaras, junto a una re serva de indígenas.