Los kilos más caros

Marbella, además de ser uno de los destinos vacacionales más selectos, acoge también a un turismo muy especial que dedica esfuerzo y grandes cantidades de dinero a desintegrar adiposidades molestas, batallar contra la celulitis o sepultar la glotonería. Dos clínicas de lujo, a las que acuden en su mayoría personajes famosos necesitados de rediseñar una estampa seductora, ofrecen tratamientos para ,adelgazar, a casi 500.000 pesetas la quincena, de 10 a 60 kilos.Los métodos son dispares: mientras en la clínica Búchinger, donde suele acudir Cristina Onassis, se practica un ayuno drástico, sin ingerir ningún alimento sólido durante todo el tratamiento, en Incosol, complejo que prefieren los potentados árabes y persona)es tan dispares como Camilo José Cela, Lola Flores o Margaux Hemingway optan por una dieta más moderada y soportable.

Klaus Rohrer, director de la clínica Büchinger, asegura que su centro de ayuno "previene las enfermedades". El paciente, tras un amplio reconocimiento médico, necesita un primer día de aclimatación, en el que se: le permite ingerir algo de fruta y de arroz blanco. La segunda jornada le administran un purgante "para limpiar todo el estómago y el intestino". Rohrer reconoce que el trago es desagradable, porque la descomposición intestinal surge automática, y en algunos casos incluye vómitos, mareos y flaccidez. Este día poco más podrá hacer, salvo tenderse en la cama, en espera de las asiduas visitas al cuarto de baño. A partir de la tercera jornada comienza propiamente el ayuno, que exige no tomar ningún alimento sólido.

El menú, casi infinitesimal, se compone de un té con limón para desayunar, caldo de verdura al mediodía, té con gotitas de miel por la tarde y un zumito fresco o un caldo para irse a la cama con el estómago, calentito. Están terminantemente prohibidos alcohol, tabaco y hasta la televisión, que, por lo visto, malea el espíritu de ayuno. Lo único que se ingiere sin límites es el agua.

200 calorías al día

El director asegura que "los pacientes llevan una vida normal, practican deportes, hacen gimnasia, jogging, y se sienten perfectamente. El ayuno incluso produce un estado de euforia", que en parte dedican por las noches a aprender sevillanas. Este "ayuno modificado", con unas 200 calorías al día como máximo, sólo se quiebra mínimamente en el caso de personas enfermas, o de edad avanzada.El tratarniento dura unos 15 días, por los que se paga entre las 180.000 y las 270.000 pesetas, dependiendo de la categoría de la habitación. Perder desde 15 hasta 60 kilos es moneda común en este centro, fundamentalmente frecuentado por alemanes y europeos en general con una media de 50 años, aunque "cada vez vienen más españoles, y más jóvenes".

La clínica Incosol, que inaugurara en su tiempo Cristóbal Martínez Bordiú, marqués de Villaverde, parece a todos los efectos un hotel de lujo, especializado en curas de salud: "Un cinco estrellas con otro concepto", seaún su subdirector, Manuel Blázquez, que se muestra escéptico sobre la efectividad de los programas drásticos de adelgazamiento: "Aquí modificamos los hábitos del cliente; se le enseña a comer para que no sea un glotón que cae otra vez".

El proceso se inicia con un chequeo general que incluye más de 20 pruebas analíticas, para dar paso a una dieta entre las 500 y las 1.000 calorías, que se acompaña de un prolijo programa de masajes, sauna, vendajes reductores, laserterapia, hidroterapia o fisioterapia. Un tratamiento completo de 15 días puede costar alrededor de las 500.000 pesetas. Pero los esfuerzos para reeducar a los obesos no tienen excesivo éxito o perdurabilidad, como reconoce el director del complejo, doctor Charco: "Un 50% vuelve sin cumplir ninguna de las recomendaciones que se le hizo", y normalmente con más kilos de los que motivaron su primer in greso. De esta forma se adelgaza, dependiendo de la constitución física de las personas, 30 kilos en dos meses, aunque en el tiempo de estancia media, que es de 15 días, la cifra normal se sitúa en tre los 5 y los 10 kilos.