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Frenazo en la concentración del comercio español con la Comunidad Europea, tras dos años y medio de fuertes avances

La concentración que acusa desde hace dos y medio el comercio eipañó1 con el resto de la Comunidad Europea (CE) ha dado en julio rnarcha atrás. A pesar de que el creciente ahorro el(,- la fac tura petrolera debía operar en contrario, España sólo intercambió el mes pasado con los otros once países comunitarios el 59% de las mercancías comerciadas frente a máximos superiores al 61 % en meses anteriores.El retroceso se ha observado tanto en las compras como en las ventas, y explica en buena parte el frenazo sufrido por la recuperación del comercio exterior en julio. La marcha del proceso de adhesión y de creación del mercado único hacen presumir, sin embargo, que la concentración dista de haber tocado techo y que los datos de julio quizá no llegarán a marcar tendencia.

Ventas y compras

Las exportaciones españolas al resto de la CE apenas alcanzaron el mes pasado un 63,3% de todas las compras al extranjero. Antes habían llegado a superar el 67%. El año anterior al ingreso de España en la CE estaban en el 52,3%. Durante 1986 superaron ya el 60%, y en 1987 el 63%.

Igualmente, la concentración de las importaciones ha bajado en julio al 56,1% de todas las compras al exterior, frente a más del 57% de meses anteriores. En el año previo a la adhesión estaban 20 puntos por debajo, exactamente en el 36,8%. El 50% se había rebasado por primera vez en 1986.

Precisamente en los primeros meses de ese año la República Federal de Alemania (RFA), el país más beneficiado por la entrada de España, desbancó a Estados Unidos como primer abastecedor de mercancías. En los siete primeros meses del presente año, la RFA ya ha duplicado el volumen de suministros norteamericanos a España: 16,29% de todas las importaciones, contra el 8,71 de los EE UU. Francia e Italia también venden ya más mercancías que Norteamérica.

A tal concentración ha contribuido el fuerte descenso de las importaciones españolas de petróleo, ajenas a la CE, que sí adquiere de España productos refinados. Los crudos suponían hacia 1984 más del 40% de todas las compras al extranjero, y en los siete primeros meses de 1988 ni siquiera han llegado al 9%.

Maquinaria, vehículos y otros bienes destinados a alimentar el dinamismo mostrado desde 1986 por la inversión y el consumo han sustituido con creces el espacio de la factura energética. Todavía en enero-julio las compras de crudos se han reducido en otros 130.000 millones de pesetas (un 27%) respecto al mismo período de 1987.

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