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Los insurgentes toman una ciudad del sur de Birmania

La revuelta popular que vive Birmania desde el pasado lunes continuó ayer en Rangún y en diversas ciudades del país, en las que ayer murieron 17 personas, según informó la radio estatal, que añadió que los manifestantes habían asaltado almacenes de arroz y prendido fuego a varios c4lificos policiales. Los insurgentes tomaron la población de Kowsong, en el sureste del país, obligando a los efectivos del Ejército y (le la policía a abandonar sus instalaciones en aquella población, situada a 750 kilómetros de la capital.

Informaciones recibidas en Bangkok señalaban que ya no existe administración civil de la ciudad de Pegu, de 50.000 habitantes, situada al noreste de Birmania, como consecuencia de los duros enfrentamientos registrados ayer y de la toma de los edificios públicos por parte de los rebeldes.Los manifestantes que tomaron Kowsong amenazaron con prender fuego a todos los edificios e instalaciones oficiales si en el plazo de una semana no son puestos en libertad los estudiantes y opositores detenidos en los últimos días. Los soldados y la policía abandonaron la población ante presión de la revuelta.

El Departamento de Estado de Estados Unidos y las autoridades de varios países europeos han aconsejado a los ciudadanos de sus respectivas naciones que no viajen a Birmania, mientras que turistas y viajeros que llegan a Bangkok indican que las autoridades birmanas están tratando de cerrar el país a los escasos visitantes extranjeros.

El miércoles un grupo de nueve turistas españoles fueron detenidos durante la noche, siendo interrogados y retenidos durante unas horas antes de que se les permitiera tomar un vuelo de regreso a Bangkok. Según dijo el fotógrafo belga Alain Ervard a la agencia Associated Press, en la capital tailandesa, la policía requisó su pasaporte y el del grupo de españoles y les confiscó el material fotográfico que llevaban.

Ayer, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, consultado por este periódico, no tenía información alguna sobre este incidente. España carece de representación diplomática en la capital birmana, y ésta depende de la Embajada en Tailandia. El mismo portavoz añadió que, a diferencia de otros países -Francia, Italia y el Reino Unido- no habían previsto advertir a los potenciales turistas españoles para que no viajen a Birmania, "dado el escaso número de los que lo hacen habitualmente".

En la capital birmana, tropas del Ejército volvieron a disparar ayer contra grupos de manifestantes, que piden el derrocamiento del hombre fuerte del país, Sein Lwin, la instauración de derechos civiles y políticos y la puesta en libertad de los opositores al régimen.

Rangún amaneció ayer paralizada, con las calles cortadas por controles de la policía y el Ejército y con barricadas de los manifestantes, hechas con árboles y señales de tráfico. Lo soldados patrullaban la ciudad en vehículos, y no a pie como en días anteriores.

Las escuelas permanecían cerradas y los servicios de autobuses y taxis no circulan en Rangún. Las tiendas estaban ayer cerradas y las oficinas públicas y edificios oficiales las custodiaban soldados y marineros armados, según medios diplomáticos y viajeros que llegan a Bangkok.

Según la ley marcial declarada en Rangún, las reuniones públicas de más de cuatro personas están prohibidas y el toque de queda rige en la ciudad desde las ocho de la tarde a las cuatro de la madrugada.

Fuentes diplomáticas y observadores en Bangkok creen que la revuelta birmana probablemente ha ido demasido lejos como para que pueda ser neutralizada por el Ejército. Las mismas fuentes añaden que Sein Lwin, presidente del Partido del Programa Socialista Birmano, que el pasado 26 de julio sucedió al veterano dirigente Ne Win en la jefatura del Estado, corre serio peligro de ser derrocado.

Mensaje de los budistas

El tambaleante Gobierno anunció, a través de la radio oficial, que el primer ministro y el comandante en jefe del Ejército informarían a la nación en la tarde de ayer sobre la situación

Los incidentes más graves desde que comenzaron las manifestacines masivas el pasado lunes, ocurrieron el miércoles con brutales enfrentamientops en Rangún y varias ciudades del país entre la población civil y las tropas del Ejército, que en numerosas ocasiones dispararon contra los manifestantes.

También el miércoles, los manifestantes asaltaron varias comisarías en Rangún y otras partes del país, llevándose las armas.

La radio oficial ha emitido en varias ocasiones un mensaje de los patriarcas budistas pidiendo a la población que mantenga la calma, después de tres días de violentas protestas antigubernamentales, en las que han muerto más de 300 personas, aunque oficialmente la cifra se sitúe alrededor de los 80 muertos, varios cientos de heridos y alrededor de 1500 detenidos.

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