El rey Hussein de Jordania suprime el Ministerio para Asuntos de los Territorios Ocupados

El rey Hussein de Jordania suprimió ayer por un decreto real el Ministerio para Asuntos de los Territorios Ocupados, un nuevo paso en la puesta en práctica de la ruptura de lazos legales y administrativos con Cisjordania, anunciada hace una semana. Otro decreto real dispuso también durante la jornada de ayer la disolución del alto comité jordano para los territorios ocupados, encargado de la toma de decisiones "provocadas por las circunstancias extraordinarias de la ocupación israelí", tras la guerra árabe-israelí de 1%7. Ambas medidas rearirman la voluntad del monarca hachemí de llevar hasta sus últimas consecuencias su apuesta por un Estado palestino independiente.

La actitud del soberano jordano, que ha podido sorprender a quienes sólo veían en su defensa de los derechos palestinos una maniobra para conservar la entidad territorial que heredó de su abuelo, entraña en todo caso un alto grado de riesgo. Si la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) se revela capaz no ya de asumir los costes económicos, sino de reemplazar la estructura educativa, asistencial, religiosa e incluso judicial que hasta ahora ofrecía Jordania, existen serias posibilidades de que tenga que enterrar definitivamente sus aspiraciones sobre la orilla occidental del Jordán.De momento, ya ha habido observadores maliciosos que han creído ver en la decisión del monarca hachemí una medida táctica para esta especie de jugada maquiavélica contraria, según los defensores de la tesis, con la supuesta incapacidad de la OLP para transformarse de movimiento de liberación nacional en Gobierno en el exilio, y como tal, asumir sus responsabilidades en los territorios ocupados.

Salida 'estratégica'

No parece, sin embargo, que ésa sea la versión más acertada y, sin negar las comprensibles aspiraciones del rey Hussein a recuperar su soberanía sobre los territorios que heredó hace 35 años, la mayoría de los observadores consultados se inclina por la versión estratégica. El monarca jordano, decano de los jefes de Estado de la región y estadista que conjuga en su actividad política las formas occidentales con los contenidos de la política tradicional árabe, habría optado, según estas fuentes, por buscar una salida al problema dentro del propio problema.

De un lado, el cansancio por la falta de resultados de su lucha en pro de la celebración de una conferencia internacional de paz en medio de los recelos de una OLP a la que no terminaba de ,convencer la opción jordana (eventual federación de los territorios ocupados con Jordania). De otro, las presiones por parte de los jordanos no palestinos, a las que pareció hacer referencia el soberano durante su alocución del pasado domingo. Para completar el panorama, la insolidaridad del resto de los Estados árabes, que en la reciente cumbre de Argel hicieron oídos sordos a sus advertencias.

En estas circunstancias, la decisión del monarca jordano puede ser presentada como una prueba de valentía, tal vez como el único paso adelante que se ha dado en los últimos años para resolver el problema palestino. Así lo ha entendido la OLP, cuyos representantes en Amman, pese a la orden de silencio impuesta desde la dirección, han asegurado que "es la primera vez que Jordania ha dicho abiertamente que desee un Estado [palestino] independiente, así que estamos muy contentos por ello". De todas formas, los dirigentes de la central palestina no han disimulado su malestar por el momento elegido por el monarca y por no haber sido avisados previamente de su decisión. Habida cuenta de las contradicciones en el seno de la OLP es previsible que fuera cual fuera el momento elegido para el anuncio, éste le hubiera resultado precipitado.

El Estado palestino

[Líderes de la revuelta palestina en los territorios ocupados estudian, entre las posibles resoluciones a adoptar tras la desvinculación de Jordanla, la de declarar un Estado independiente, según fuentes palestinas citadas por la agencia Reuter en un despacho desde Jerusalén.]

Las dificultades se reparten por igual para las dos partes implicadas. Dentro de la propia Jordania, la decisión real ha provocado un cierto revuelo que mantiene en pie día y noche desde hace una semana a todo el aparato del Gobierno. De momento, ayer, la desaparición del ministerio encargado de los territorios ocupados dio lugar a una nueva reestructuración del Gabinete, la cuarta desde que Zeid Rifai fuera nombrado primer ministro, en abril de 1985. El titular del ministerio suprimido ha pasado a ocupar el de Trabajo, cuyo responsable, Rachid Creikat, se ha retirado por razones de salud. La cartera de Desarrollo Social, que también ocupaba Creikat, ha sido asignada a un nuevo miembro, Fauaz Tukan, y se ha resucitado el Ministerio de Abastecimientos, cargo cuya dirección se ha encomendado a Abdel Salam Kanaan, también nuevo en el consejo.