Nuevo golpe a la libre navegación en el golfo Pérsico
Las esperanzas de navegación libre y segura por el golfo Pérsico se vieron de nuevo frustradas ayer por el ataque de varias lanchas rápidas iraníes contra un petrolero noruego. El reconocimiento iraní hace dos semanas de la resolución 598 del Consejo de Seguridad de la ONU hizo confiar, si no en un inminente alto el fuego en la guerra con Irak, sí en un cese de las agresiones a los buques. Teherán se había comprometido explícitamente a ello mientras continuase el proceso negociador. Según todos los indicios ha roto su promesa, aunque un portavoz militar lo negó: "Irán nunca ha tenido, ni tiene ahora, tal misión. Probablemente, el ataque, si lo hubo, fue obra de quienes están en contra de una paz estable".
A primeras horas de la mañana de ayer, el petrolero noruego Berge Lord, de 284.502 toneladas, fue alcanzado por disparos de ametralladora efectuados por lanchas rápidas iraníes -"cuatro o cinco", según declaró el capitán del navío- cuando navegaba 20 kilómetros al sur de la isla de Abu Musa, de la que se apoderó Irán en 1971, junto a la costa del emirato de Dubai. El barco transportaba crudo cargado en Ras Tanura, en la costa este de Arabía Saudí, y se dirigía a la ciudad holandesa de Amsterdam.
Una vez más, los pasdaran (guardias de la revolución iraníes) habían abandonado sus bases en la ya trágicamente famosa isla para dirigirse a una nueva misión. El desarrollo del incidente fue captado, en lo esencial, por los servicios de escucha de varias emisoras de la zona. En la grabación puede oírse con muchas interferencias la voz de uno de los iraníes que solicita, en un inglés bastante pobre, la detención del barco para proceder a su identificación. El capitán pide entonces confirmación:
"¿Me está pidiendo usted que pare el barco?".
"Sí".
"¿Por qué tendría, que parar? ¿Por qué nos van a atacar? Por favor, no lo hagan. No puedo parar el barco... Iríamos a la deriva".
La voz del capitán sonaba angustiada. Minutos después, se recogía la llamada de socorro del Berge Lord. "Nos han atacado", repetía el responsable del petrolero. No hubo víctimas y, según fuentes marítimas de la región, los daños no impidieron que el buque prosiguiera su ruta.
Este incidente no parece que vaya a afectar, sin embargo, a las negociaciones que el secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, intenta llevar a buen término en la sede de dicho organismo, en Nueva York, con los representantes de ambos países beligerarites. El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Al¡ Akbar Velayati, continúa negándose a sentarse cara a cara con su homólogo iraquí, Tareq Aziz.
Entre tanto, el Gobierno de Bagdad persiste en su negativa a aceptar cualquier fórmula de alto el fuego mientras no se produzcan conversaciones directas. La misión técnica destacada por Pérez de Cuéllar a los elos frentes para comprobar sobre el terreno la situación de cara al eventual cese de las hostilidades entregó ayer su informe al secretario general de la organización internacional. "Después de que lo lea", dijo el diplomático peruano, "entraré en contacto con los miembros del Consejo de Seguridad y con las partes, si fuera necesario". Los cinco miembros permanentes del Consejo (EE UU, China, Unión Soviética, Francia y el Reino Unido), según fuentes de este órgano de la ONU, prevén "garantizar" moralmente que se abrirán conversaciones después del alto el fuego.
Pérez de Cuéllar podría decidir la fijación de una fecha para alto el fuego, incluso sin el consentimiento de las partes en conflicto. Al menos 250 observadores militares tendrían que vigilar el cumplimiento del cese de hostilidades, si finalmente se produce.
Y la guerra continúa
Y la guerra continúa. Ayer, Irán aseguró que la población de Orchnavlyé, al noroeste del país, y otras dos localidades del Kurdistán (Silvana y Zaanan) fueron bombardeadas el martes por Irak con armas químicas. Según la agencia Irna, el número de víctimas en el primero de los pueblos citados fue de 1.700. Teherán apeló asimismo al Consejo, de Seguridad de la ONU para que tome medidas firmes contra Bagdad por el empleo de armas prohibidas por las convenciones internacionales. Como viene siendo habitual, el régimen de Sadam Husein rechazó todas las acusaciones. "Es un pretexto iraní para continuar con su política de agresión", aseguraba un portavoz militar iraquí citado por la agencia Ima, quien dijo que su aviación bombardeó ayer varios centros petrolíferos en territorio iraní, informan Efe, Reuter y France Presse.
Entre tanto, el informe de la Marina norteamericana en el que se atribuye a un error humano el derribo, el 3 de julio, de un aerobús comercial irani con 290 personas a bordo por cohetes disparados por un navío de EE UU, ha suscitado la polémica en este país respecto a si las armas de alta tecnología están superando la capacidad estadounidense para utilizarlas. Analistas de Defensa aseguran que no se han sorprendido por el informe filtrado recientemente que culpa del incidente a la tripulación del computerizado crucero Vincennes, de donde partieron los disparos, y señalaron que el factor humano es cada vez más preocupante cuando se trata de armas complejas en situaciones de tensión.
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