Las entidades de depósito españolas, de cara al reto de 1992
La plena integración económica y financiera de España a la Comunidad Económica Europea implica para nuestras entidades de depósito, según afirman los autores, un reto que exigirá de ellas importantes y profundos cambios.
Los principales cambios a desarrollar por las entidades financieras españolas de cara al reto de 1992 afectan principalmente a la mejora de su competitividad, a la culminación del proceso de liberalización del sistema financiero, a la definición adecuada de la dimensión de nuestras entidades y a la incorporación del fenómeno de la innovación financiera al funcionamiento de la propia empresa bancaria.El caso español se caracteriza por conjugar la coexistencia de unos altos costes de transformación con una alta rentabilidad. Esta situación tenderá, de cara al año 1992, a variar notablemente, disminuyendo los costes operativos a efectos de paliar la segura reducción de la rentabilidad que una mayor competencia dentro de nuestro sistema financiero originara.
Los principales aspectos a mejorar son:
- Consideración de la actividad y especialmente de los canales de distribución.
- La ejecución de procesos racionales de ajustes de plantilla (vía bajas incentivadas, vía jubilaciones anticipadas) y de oficinas.
En materia de racionalización de la red de oficinas deberá llevarse a cabo por la vía de la concentración autónoma de oficinas y aumentando su tamaño medio.
En las XV Jornadas de Mercado Monetario, celebradas en Palma de Mallorca, el presidente del Banco Exterior de España, Miguel Boyer Salvador, defendió como una estrategia adecuada para la banca española, de cara al desafío de 1992, la implementación de una política que impidiera a la banca extranjera ya instalada en España y a los nuevos bancos que puedan establecerse la adquisición de una cuota importante de la extensa red de oficinas existentes actualmente en España.
Para un éxito de una estrategia de este tipo sería preciso un acuerdo entre los bancos españoles para no vender las oficinas teóricamente excedentarias, y en definitiva, tal acuerdo implicaría renunciar a la obtención de plusvalías y, en cierto sentido, les dificultaría la reducción de sus costes operativos. Además, un acuerdo de este tipo podría calificarse por el resto de los países comunitarios como monopolísticos y, por tanto, atentatorio contra la libre competencia.
- Una política de ampliación de los servicios prestados, tratando de repercutir el coste de los mismos sobre el usuario bancario.
- En materia de recursos humanos, es urgente el desarrollo y ejecución de acciones que permitan elevar considerablemente el nivel profesional de las plantillas, así como fomentar su movilidad funcional y geográfica.
Dentro de esta área resulta urgente la reducción del coeficiente de caja, desde el actual nivel del 18,5, hasta un 3%, 4%, que constituye el baremo adecuado para lo que se considera necesario como coeficiente de caja técnico (cobertura de las necesidades de liquidez y solvencia de las entidades). La acción anterior deberá ser completada con la desaparición del coeficiente de deuda del Estado.
La dimensión del déficit
La adopción de ambas medidas choca con la dimensión de nuestro déficit público. España es, junto a Italia y Bélgica, los únicos países comunitarios donde el Tesoro puede obtener recursos del banco emisor y las entidades de depósito con tanta facilidad. La existencia de unos altos coeficientes legales en nuestro país plantea un grave problema de transferencia de costes que repercute negativamente en un incremento de los tipos por nuestras entidades en sus operaciones crediticias.
La falta de una dimensión adecuada ocasiona evidentes problemas de competitividad que afectan a aquellos bancos que pretenden desarrollar en su negocio una vocación de universalidad con presencia en diferentes mercados internacionales y sectoriales. En una apretada síntesis, estos problemas provienen de los elevados costes de explotación, del insuficiente grado de diversificación que permite una dimensión reducida, de la escasa participación en el negocio internacional y, finalmente, de la posición de debilidad frente a eventuales tomas de control.
En el camino por la búsqueda de su dimensión ideal, los bancos españoles pueden optar por una mayor especialización manteniendo su actual tamaño; otros podrán optar por crecer vía interna, vía acuerdos de cooperación, vía fusiones externas, vía intercambio paquetes accionariales, etcétera.
La experiencia europea en esta materia tampoco ofrece mucha claridad, en la medida en que se observa una pluralidad de ejemplos de distinta naturaleza.
- En algunos casos, los bancos europeos han optado por tener su propia red de oficinas instalada por los principales países europeos (Deustche Bank, Crédit Lyonnais, Barclays Bank, Natwest).
- En otros casos se han llevado a cabo fusiones a nivel nacional. Hay pocos ejemplos, concentrados en países con una fuerte atomización bancaria. Caso de Portugal, Italia y Dinamarca.
- La realización de fusiones a nivel internacional. Este sería el caso del Midland Bank y el Shanghai-Hong Kong Bank, así como las del Amro Bank y Société Générale.
Esta vía plantea graves problemas de incompatibilidad de culturas corporativas difíciles de superar.
- El ejemplo de bancos que sin un propósito de fusión expreso realizan alianzas mediante participaciones cruzadas. El caso de Commerzbank, Bancos Escandinavos, Instituto de San Paolo de Turín, etcétera.
- Finalmente, en otros casos, el banco opta por la estrategia de renunciar a su expansión exterior en aras a obtener una mayor expansión interna. Caso de la Banque Commerciale Italiana.
Elegir el camino
En conclusión, se puede afirmar que hay muchos caminos para optar con ventaja y desventajas, cuya valoración deberá efectuarse por cada uno en función de su propia dimensión y situación.
Los cuatro factores principales que han impulsado el proceso de innovación financiera en nuestro tiempo son:
- La innovación tecnológica registrada en el terreno de la información y las comunicaciones.
- Los cambios en la vida económica han forzado la aparición de innovaciones financieras para dar respuesta a los problemas que aquélla planteaba. Tres factores han sido los protagonistas de este cambio económico: las elevadas y variables tasas de inflación, las fluctuaciones de los tipos de cambio y el comportamiento de los tipos de cambio y el comportamiento de los tipos de interés.
- La regulación de los sistemas financieros por los Gobiernos y las propias necesidades de fondos que éstos han demandado de los mercados para la cobertura de sus déficit se halla detrás de importantes innovaciones financieras de nuestro tiempo.
- La proliferación de los riesgos que han afectado a las entidades financieras y las respuestas de éstas y de las empresas financiadas a esos riesgos crecientes.
La innovación financiera en España ha chocado con tres escollos fundamentales: la estrechez de los mercados financieros españoles, la creciente demanda de fondos derivada del déficit público, que ha reducido el espacio para el desarrollo de otros activos financieros, y, finalmente, la rigidez jurídica.
Profundizar en el necesario proceso de innovación financiera plantea a la banca española exigencias españolas. En primer lugar, resulta preciso disponer de un cuadro legal menos limitativo, lo que equivale a continuar y culminar el proceso de la liberalización del sistema financiero.
En segundo lugar, existen también exigencias internas, pues las propias instituciones deben intensificar su especialización, agudizar la búsqueda del cliente y practicar las reformas necesarias del canal de distribución.
es director general de Agefinsa. es subdirector de tesorería y activos financieros del First Interstate Bank.
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