El Gobierno decidirá los principales ascensos y destinos militares al margen de la antigüedad en el escalafón

Los ascensos de los militares a los empleos más elevados se realizarán por "elección" o "selección", mientras los principales destinos en las Fuerzas Armadas serán decididos por "libre designación" o "por concurso de méritos". El factor "antigüedad", en contra de lo que ocurre ahora, jugará un papel poco decisivo en ambos casos. Los ascensos más importantes en los tres tipos de escalas que habrá en los ejércitos y los destinos de mayor relieve serán decididos, en último caso, por el ministro de Defensa o por el Gobierno.

La Ley de la Función Militar, que será remitida por el Gobierno a las Cortes en septiembre u octubre próximos, prevé unos cambios fundamentales con respecto a los clásicos sistemas de ascensos y concesión de destinos que han estado vigentes en España en las últimas décadas. En ambos terrenos, la antigüedad o número obtenido en el escalafón al concluir los estudios en la correspondiente academia militar marcaba de manera definitiva la carrera profesional de los militares.Sólo en los últimos años, el Gobierno introdujo algunas variantes, de manera que era el Ejecutivo, por ejemplo, el que controlaba los ascensos al generalato al margen de la antigüedad. A partir de la aprobación de la ley, los sistemas para la promoción profesional deberán estar basados en la valía y méritos de los aspirantes, y los elegidos subirán puestos en el escalafón correspondiente.

Las diferentes escalas existentes en los ejércitos han sido divididas en tres grandes grupos: Escalas Superiores (sus miembros pueden alcanzar los máximos empleos), Escalas Medias -técnicas, por ejemplo- (sus integrantes podrán llegar hasta teniente coronel) y Escalas Básicas (o de suboficiales, cuyo empleo máximo será el de Suboficial Mayor).

El historial iridividual del militar será el factor determinante de la carrera. Ese historial estará basado en las hojas de servicio (cursos hechos, destinos, ascensos, medallas o, títulos ... ), informes personales (realizados anualmente por los jefes directos), expediente académico (calificaciones de cursos civiles o militares) y espediente psicofisico (resultados de reconocimientos y pruebas que deben ser superadas).

Ministro o Gobierno

A la hora de decidir los ascensos, los sistemas a emplear serán los de "selección", "elección" o "antigüedad". Los empleos máximos en cada escala -general en la superior, teniente coronel en la media y suboficial mayor en la básica- se decidirán por "elección" y siempre será el ministro de Defensa o el Gobierno el que tenga la última palabra. Los empleos inmediatamente inferiores en cada escala -coronel y teniente coronel en la superior, comandante en la media y subteniente en la básica- serán decididos por "selección", atendiendo a los méritos adquiridos por los aspirantes, una vez clasificados. Sólo en el resto de ascensos, primará la antigüedad.

En cuanto a los destinos, serán clasificados, de acuerdo con su importancia o responsabilidad, en destinos "de libre designación", "de concurso de méritos" y "de provisión de vacantes". Los destinos de generales siempre serán por libre designación, como ocurre ahora. En la actualidad, sin embargo, la antigüedad es factor fundamental a la hora de decidir otros destinos. Con la nueva ley, la libre designación o el concurso de méritos serán determinantes para decidir los destinos de coronel, teniente coronel y suboficial mayor.

Pese a que los principales ascensos y destinos serán decididos por las autoridades civiles, en todos los procesos habrá intervención de algún órgano militar y, además, existirán mecanismos para que la decisión última esté basada en criterios objetivos. Así, el ascenso a subfoficial mayor deberá estar basado en evaluaciones -listas con aptos y no aptos para el ascenso- y clasificaciones -listas con el orden de preferencia para el ascenso- de una junta especial, cuyos documentos serán informados por el correspondiente consejo superior del ejército y, a propuesta del jefe del ejército, será el ministro el que apruebe la clasificación definitiva