Las Fuerzas Armadas ven con recelo la ley
La mayor preocupación profesional de los miembros de las Fuerzas Armadas ha estado centrada en los últimos meses en el contenido de la Ley de la Función Militar, puesto que ya era conocido el hecho de que fijaba un nuevo modelo de carrera militar en el que la antigüedad en el escalafón -factor fundamental hasta ahora al decidir ascensos o destinos- pasaría a un segundo plano. La frase tan tópica como ilógica de que "la antigüedad es un grado" deberá desaparecer en un futuro próximo en los cuarteles, a la vista del articulado de la futura ley.Con el sistema actual, la carrera profesional de los militares quedaba absolutamente marcada por el número de escalafón que obtuvieran en la academia. A partir de ahí, un militar iba ascendiendo hasta coronel a medida que pasaba el tiempo, con independenciade los cursos o aptitudes. Con el nuevo sistema, y a partir del grado de capitán, ascenderán primero los mejor preparados y ni siquiera podrán alcanzar todos el empleo de coronel.
Aplicación progresiva
La nuev a ley, además, pondrá fin al extraño argumento del "me toca a mí", utilizado por muchos militares cuando el Gobierno trata de decidir un ascenso o un importante destino.
No obstante, los sistemas previstos en la nueva ley -todavía anteproyecto- entrarán en vigor progresivamente, con el fin de evitar que el número de perjudicados, sobre todo en los empleos altos, sea excesivo en muy corto espacio de tiempo. Quienes hoy son tenientes o capitanes, sin embargo, saben ya que el modelo de carrera será radicalmente diferente al que estudiaron en las academias.
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