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Las paradojas del desarme convencional

La OTAN quiere evitar perder fuerza relativa con las reducciones

Andrés Ortega

Las negociaciones sobre desarme convencional podrán quizá empezar en el otoño entre los países de la OTAN y del Pacto de Varsovia, pero los occidentales dudan aún de su objetivo. La OTAN busca una reducción máxima por parte del adversario y mínima entre sus filas. Un estudio elaborado en Estados Unidos indica que sólo si la reducción de divisiones por parte del Pacto de Varsovia es cinco veces superior a la de la Alianza Atlántica quedará la OTAN en mejor situación defensiva que en la actualidad. Es una de las paradojas del desarme convencional.

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Un nuevo tipo de defensa

"Nadie ha pensado de verdad en las consecuencias del desarme convencional", señala en Santa Mónica (California, EE UU) Stephen Drezner, vicepresidente de la Rand Corporation, think tank que a sus estudios para las Fuerzas Aéreas ha añadido ahora análisis para el Ejército de Tierra norteamericano. Entre otras cosas, considera Drezner, la noción de equilibrio o desequilibrio de fuerzas en Europa depende de qué tipo de conflicto se contemple.Un reciente estudio de la Rand bajo el título de Conventional arms control revisited, elaborado por James Thonison y Nanette Gantz, ha desatado cierta polémica por sus conclusiones: la seguridad occidental aumentará sólo si el Pacto de Varsovia acepta recortes cinco veces mayores a cualquier reducción por parte de la OTAN en número de divisiones equivalentes (ésta es una unidad elaborada para tener en cuenta las diferencias en la composición de las divisiones en los distintos países).

Para Thompson, al ser la fuerza ofensiva soviética y de Europa del Este tan grande y al estar las defensas de la OTAN tan apuradas, unas reducciones pequeñas por cada parte agravarían las desventajas actuales de la Alianza Atlántica en tropas y material, con lo que la disuasión quedaría debilitada.

La Rand ha llevado a cabo sus estudio por medio de ordenadores y juegos de guerra, en un escenario de un conflicto armado en el que el Pacto de Varsovia contara con 10 días de movilización y la OTAN con cinco, contando con la disponibilidad para la Alianza Atlántica de las fuerzas francesas (no integradas en la OTAN). Una reducción de tres divisiones del Este por cada una del Oeste dejaría a la OTAN en peor situación que en la actualidad.

Para impedir que el Pacto de Varsovia disponga de la capacidad de abrir brechas en el frente central se necesitaría una reducción de 5 a 1 según este estudio, y además, en términos absolutos la reducción habría de ser cuantiosa, con ciertos límites absolutos para no romper la línea de defensa de la OTAN. Ello coincide en parte con la propuesta del senador demócrata Sam Nunn, de que la URSS elimine 13 divisiones de Europa y Estados Unidos dos.

El gráfico reproducido más arriba refleja estas conclusiones. El estudio considera que una defensa convencional fornida (así la llama la Rand), pero no absoluta, se caracterizaría, para la OTAN, por la capacidad de no ceder más de 40 kilómetros de terreno 30 días después de un ataque. Sólo a partir de una reducción de cuatro o cinco a uno empieza la situación de la OTAN a mejorar. Y ello a pesar de que el desequilibrio actual en el frente central sea de dos a uno.

El problema del frente central, explica el estudio, es que ambas partes necesitan como mínimo suficientes fuerzas para cubrir todo el territorio. Los soviéticos, según la Rand, disponen de fuerzas en exceso para este fin.

La Rand considera que para llegar a una buena postura defensiva convencional no le bastará a la OTAN acordar reducciones con el Pacto de Varsovia, sino que tendrá además que dotarse de nuevas armas. Por ello, debe coordinar la política atlántica de planes de defensa con su política de control de armamentos, lo cual no es aún el caso.

En depósito

Según funcionarios norteamericanos, la propuesta que están elaborando los países de la OTAN para presentar una vez abiertas las negociaciones formales sobre estabilidad convencional contempla reducciones mínimas por parte de la Alianza. El Pacto de Varsovia debería reducir sus carros de combate, su artillería o blindados de transporte de tropas a los niveles actuales de la OTAN, según algunos aliados occidentales, y luego ambas alianzas reducirían sus efectivos en un 5% más. La reducción podría significar dejar en depósito en Europa el material de estas unidades reducidas en un 5%. Algunos han hablado de España como posible territorio para llevar a cabo esta medida. Otros han considerado que incluso se podrían fijar niveles iguales para ambas alianzas a un 105% de las dotaciones actuales de la OTAN, con lo que Occidente podría aumentar su armamento.

En todo caso hay cierta conciencia en Washington de que tales propuestas serían poco aceptables por la opinión pública occidental, que espera reducciones más sustanciales por parte de la OTAN. Tampoco han debatido los aliados cómo se van a repartir entre ellos las posibles reducciones que se acuerden, llegado el caso, con el Este. "Evidentemente, no tiene el mismo significado político-militar reducir dos divisiones norteamericanas en Europa que dos holandesas", afirma un funcionario del Pentágono en Washington.

Algunos funcionarios norteamericanos ven diversas razones en el deseo soviético de ir hacia un desarme convencional. "No se trata de dejar cañones por mantequilla", señala un experto del Gobierno, "sino que la URSS va a tener que tomar decisiones sobre la próxima generación de armas, que van a ser muy caras". Se trataría así de ahorrar para poder seguir gastando igual en armamentos. Otros ven razones distintas, además de una económica general, de ahorro (en contra de la visión anterior): "Las grandes concentraciones de poderío militar soviético no se traducen en mayor legitimidad. La URSS podría tener una influencia política similar, o incluso mayor, con una menor presencia militar", señala un funcionario.

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