_
_
_
_
RELIGIÓN

Quejas en Castelgandolfo porque el Papa haya preferido los Dolomitas para su veraneo

Juan Arias

Las vacaciones del papa Wojtyla en las Dolomitas, vestido como un labrador, armado con cuerdas como las de los alpinistas, refugiándose de la lluvia en un viejo pesebre y poniendo a prueba el coraje de sus colaboradores, que resbalaban montaña arriba tras él, han suscitado críticas por parte de los conservadores y las gentes de Castelgandolfo.

El recio papa polaco no se ha amilanado ante la polémica que han provocado sus vacaciones en la montaña: "No me pesa el haberlo hecho", ha respondido ante las críticas directas o indirectas, añadiendo: "Nuestra vocación es la encarnación. Dios nunca tuvo miedo de aparecer como hombre".Pero si a los conservadores, y no sólo a los seguidores del cismático Lefebvre, no les gusta un Papa que escala las montañas tan disfrazado que un grupo de alpinistas franceses pasó a su lado sin reconocerlo, los que están más enfadados son los habitantes de Castelgandolfo, el bello pueblo sobre el lago, a las afueras de Roma, donde radica la residencia veraniega de los papas. Al papa Wojtyla se le ha escapado decir durante una de sus excursiones en las Dolomitas que la excesiva tranquilidad de Castelgandolfo ya no le gusta, y que el año próximo piensa reducir sus vacaciones en aquella preciosa finca que cuenta con una piscina que se hizo construir él mismo cuando llegó al pontificado. Su idea es pasar la mayor parte de sus vacaciones en las montañas, de incógnito, para poder pasear y esquiar.

En Castelgandolfo la noticia ha caído como un tiro. Temen que de este modo disminuya el turismo, una de las bases de su riqueza. Y empiezan a aflorar a Pío XII, que se pasaba allí tres meses enteros, y a Pablo VI, que no se movía ni los miércoles para la audiencia general, que celebraba allí mismo, lo que obligaba a las agencias turísticas a llevar allí a la gente.

El Papa polaco modificó las tradicionales costumbres veraniegas de los papas italianos, recortándolas con viajes a otros destinos y, sobre todo, volviendo a Roma en helicóptero cada miércoles para las audiencias.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_