El infierno de los 'camellos'

Veinte españoles, 17 hombres y 3 mujeres, cumplen condenas que van desde la cadena perpetua hasta los 25 años en tres cárceles del área de Bangkok, en Tailandia, por delitos de posesión o tráfico de drogas, en un país famoso por su triángulo de oro del opio, en la zona fronteriza entre Tailandia, Laos y Birmania, pero que desde hace varios años ha dejado de ser un paraíso para camellos.La posesión de dos gramos de heroína es penalizada con cadena perpetua. Si la persona detenida tiene más de 100 gramos, los tribunales pueden condenar con la pena de muerte, aunque en Tailandia -a diferencia del vecino país de Malasia, donde se ahorca a los condenados sin distinción de nacionalidades- no se ha ejecutado a ninguna persona condenada por posesión o tráfico de droga.

Pero en Tailandia las penas de cárcel no caen sólo por heroína. La legislación penaliza la posesión de "cualquier sustancia ilegal", lo que abarca cualquier tipo de droga.

El Gobierno español destina unas 10.000 pesetas mensuales por preso a la asistencia de los condenados españoles en Tailandia, además de medicamentos y gastos médicos.