Polémica en torno a la peregrinación del primer ministro turco a La Meca

El primer ministro turco, el conservador Turgut Ozal, y su esposa, Semra, abandonaron ayer Estambul camino de Arabia Saudí, con el objeto de llevar a cabo el hadj, la peregrinación a La Meca, uno de los cinco preceptos impuestos por el profeta Mahoma a los musulmanes.El matrimonio Ozal fue invitado oficialmente por el rey Fahd, con el cuál participarán el sábado y domingo próximos en las ceremonias que se celebrarán en el interior de la gran mezquita de La Meca.

Esta visita, la primera de un jefe del Gobierno turco, ha avivado la polémica entre la clase política de Ankara. Un portavoz de Ozal declaró que el primer ministro deseaba realizar la peregrinación para expresar su gratitud a Dios por haberse librado de la muerte en un atentado, el pasado 18 de junio, durante la segunda conferencia nacional de su partido.

La visita se lleva a cabo cuando Turquía está llamando con inisitencia a la puerta de la Comunidad Europea, de tal modo, que la peregrinación ha causado un malestar especial entre los partidarios de la occidentalización del país.

La facción islámica y nacionalista del Partido de la Madre Patria (PMP, que dirige Ozal), que resultó triunfadora en la segunda conferencia nacional, parece que influye cada vez más en las decisiones gubernamentales.

Los teólogos también tienen su opinión acerca de esta visita. Conforme al Corán, el libro sagrado del islam, la peregrinación sólo es válida si el creyente realiza el camino con sus propios medios. Turgut Ozal visita Arabia Saudí en visita oficial con fondos públicos.

No falta la lectura legalista del viaje. De acuerdo con el artículo primero de la constitución de Turquía, la república fundada en 1923 por Mustafá Kemal Ataturk, se configura como un Estado laico.