Aquella gota fría

La comunidad vasca se ha visto afectada en otras ocasiones por fuertes inundaciones, la más grave hace cinco años. Las fuertes trombas de agua caídas durante los días 26 y 27 de agosto de 1983 en Guipúzcoa y Vizcaya, y que afectaron también a Álava, Cantabria, Navarra, Burgos y Asturías, causaron 36 muertos y 8 desaparecidos. Los territorios afectados por el temporal fueron declarados zonas catastróficas, con unas pérdidas evaluadas en más de medio billón de pesetas.Las lluvias comenzaron, a partir de las dos de la madrugada del día 27, en Guipúzcoa, el norte de Navarra y la parte este de Vizcaya, y alcanzaron en algunos puntos niveles de precipitación de hasta 260 litros por metro cuadrado. A lo largo del día la preocupación se fue centrando en Vizcaya, donde la tromba continuada y la pleamar, a las siete de la tarde, desbordaron la ría del Nervión. Durante el día siguiente, 27 de agosto, continuaron las lluvias, que comenzaron a remitir esa noche.

Como consecuencia, quedaron cortadas las vías de comunicación en Guipúzcoa y Vizcaya, así como las comunicaciones por tierra con Francia. La situación se agravó al dañar el agua los generadores de electricidad, lo que provocó numerosos cortes de fluido, del servicio telefónico e incluso de las emisiones de radio.

La génesis de la avalancha de agua se debió a una gota de aire frío, masa de aire frío a baja temperatura en altura, desgajada de latitudes polares.