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Guerra al vodka

¡Maldita ley seca! Desde hace tres años, el precio del alcohol oficial no deja de aumentar. El vodka se vuelve raro, inaccesible, tabú. Ya en 1916, en plena guerra mundial, el Zar de todas las Rusias había instaurado la prohibición. El Imperio se derrumbó, pero el régimen seco se mantuvo durante 10 años. Hasta que el partido renunció a exigir este sacrificio al pueblo. Hoy día, el Kremlin se rige por el que se ha dado en llamar secretario mineral Mijail Gorbachov ha declarado la guerra al alcohol, el ázote nacional. El vodka ha desaparecido de los centros de trabajo, y un obrero puede perder sus primas, sus vacaciones de verano o el de recho a un apartamento si la po licía le denuncia como alcohólico al responsable de la fábrica. En la calle, en la fábrica, en el parti do, laperestroika se quiere sobria. Empieza a serlo. "La mayoría comprende que beber no es una virtud", explica un ingeniero en Kiev. "Pero los demás se tragan lo que sea". Se cuenta la historia de un tipo que entra en una perfumería y pide "dos cajas de perfume de 80 kopecs y una de 1,10 rublos"; ante la mirada de asom bro de la vendedora explica: "La caja de 1,10 rublos es para las señoras".El agua de colonia, tradicional sustituto del vodka, sigue siendo un producto de lujo. Algunos tragan líquidos para limpiar cristales, insecticidas o esmalte de uñas. Otros untan betún en el pan, lo dejan fundirse al sol, quitan la crema y tragan la parte del pan empapada de alcohol.

10 de julio

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