Nuevo Gobierno, la herencia transmitida

Hacía meses que Felipe González se veía obligado a elegir entre el deterioro de continuar con un Gobierno desgastado o el, de reconocer ante la opinión pública que el Gobierno había fracasado. Al final, la realidad de que el Gobierno era una ruina se ha impuesto a los deseos de prolongar artificialmente la vida al moribundo. Cuatro ministros del anterior Gobierno quedan excluidos del nuevo.El nuevo ministro de Industria, Claudio Aranzadi, sustituye a Croissier. Los otros tres ministros salientes representan los flancos más quemados del Gabinete. La gestión de Caballero en Transportes ha sido un fiasco técnico. Pero el fracaso de Maravall en Educación y de Ledesma en Justicia no se limita a lo técnico: ha sido también un fracaso ideológico.

El nuevo Gabinete incorpora dos mujeres en puestos más decorativos que decisivos y añade dos ministerios. Más significativo que estas incorporaciones es el cambio de Barrionuevo de Interior a Transportes. Este traslado se adapta a sus deseos y se produce cuando su figura pública se encuentra en entredicho. Pero su desgaste, al contrario del sufrido por Maravall y Ledesma, se ha producido en beneficio de la figura del presidente.

Otro aspecto significativo es la inclusión de Enrique Múgica. Ha pasado una larga etapa en el invernadero desde que apareció relacionado con el gobernador militar de Lérida en los precedentes del 23-F. Ahora deberá tomar las riendas de uno de los departamentos más caóticos y conflictivos. Tampoco la herencia que encuentra Solana en Educación es como para sentirse feliz.

He aquí el dato importante: a partir de ahora ya no vale hablar de la herencia recibida por los socialistas, sino de la herencia transmitida por los socialistas. Este Gobierno se encuentra con que la principal tarea que debe afrontar es la de enderezar los. problemas creados por un Gobierno socialista anterior.

8 de julio