Rishkov defiende en Praga la invasión de 1968
ENVIADO ESPECIAL, El primer ministro soviético, Nikoiai Rislikov, defendió ayer en Praga la invasión de Checoslovaquia por los ejércitos del Pacto de Varsovia en 1968, cuyo vigésimo aniversario se cumplirá el próximo 21 de agosto. Rishkov, que concluirá hoy una visita oficial a este país, dejó claro que la URSS no revisará ese capítulo de su historia.
"La rehabilitación o no de Dubcek es cuestión exclusivamente interna del partido comunista de Checoslovaquia. Según mis noticias, no se plantea", declaró a preguntas de periodistas occidentales sobre la posibilidad de que 20 años después el entonces jefe del partido, Alexander Dubcek, sea rehabilitado. El propio Dubeek pidió hace pocos días su rehabilitación en una entrevista a la emisora norteamericana Voz de América.Rishkov manifestó que "el partido comunista de Checoslovaquia hizo una valoración de los acontecimientos de 1968 y la URSS la apoya". El primer ministro soviético se refería al documento elaborado por el partido comunista checoslovaco en 1970 sobre "las lecciones de la crisis de l968" elaborado por el sector ortodoxo impuesto tras la invasión y la consiguiente depuración masiva de los reformistas comprometidos con Dubcek.
Aquel documento parte del supuesto que fue el partido quien solicitó "ayuda internacionalista" a los aliados para hacer frente a la "contrarrevolución". Ha pasado a la historia como una de las máximas manifestaciones de la doctrina Breznev que estipula la soberanía limitada de los países socialistas.
La declaración de Rishkov sorprendió por su rotundidad en un momento en el que la URSS analiza crítica y muy duramente su política exterior bajo Leonid Breznev incluidas las intervenciones militares. Observadores de Praga señalaron ayer que la declaración de Rishkov es un gesto de solidaridad con las autoridades checoslovacas, cuya legitimidad se vería cuestionada por una aproximación crítica soviética a los acontecimientos de 1968 y al documento de 1970.
La URSS no tiene interés de plantear ahora, un mes antes del aniversario, una cuestión tan delicada que podría debilitar a los actuales dirigentes checoslovacos. Los máximos dirigentes checoslovacos actuales están todos sin excepción implicados en la depuración de los comunistas reformistas de 1968.
La dirección checoslovaca que tras dos décadas de inmovilismo absoluto comienza lentamente a mostrar cierta disposición a reformas internas se haya sin embargo, aún bajo el trauma de los sucesos de 1968. Dada la relativa estabilidad económica del país, la dirección no se cree obligada a movilizar a la opinión pública con una aproximación crítica y autocrítica a la historia y a su gestión.
La depuración de toda una generación en 1969, entonces la más joven y comprometida con la primavera, crea hoy grandes dificultades de renovación. Rishkov defendió, no obstante, ayer la expresión del "socialismo con rostro humano" utilizado por Mijail Gorbachov en la conferencia nacional del PCUS y que fue el lema de la primavera de Praga bajo la dirección de Dubcek.
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