Aranzadi se enfrenta a "un tinglado distinto"

Claudio Aranzadi, de 41 años, ingeniero industrial, declaraba ayer desde su despacho que no le asusta excesivamente el cargo de ministro de Industria, "aunque representa un tinglado distinto al que habrá que hacer frente". "Me enteré el jueves por la tarde de que se había pensado en mí como titular de Industria y Energía", explicó. Pero era remiso a precisar más: "Por respeto al ministro de Industria, Luis Carlos Croissier, que seguirá siéndolo hasta el próximo martes, no puedo hacer ningún tipo de declaración política o de intenciones sobre la nueva etapa del ministerio".Claudio Aranzadi se encontraba trabajando ayer en la presidencia del Instituto Nacional de Industria, donde permanecerá hasta que tome posesión del puesto ministerial.

En cualquier caso, afirma después, "sería pronto todavía para intentar concretar las líneas maestras de lo que voy a pretender hacer desde el nuevo puesto porque antes hay que sentarse a estudiar los problemas y las alternativas posibles". Considera que decir otra cosa sería excesivo. Claudio Aranzadi ha consolidado la recuperación de las cifras del Instituto Nacional de Industria mediante operaciones de saneamiento en buena parte de las empresas y la puesta en rentabilidad de otras.

El secretario general de Comisiones Obreras declaraba ayer mismo que parte de este saneamiento se había debido "a importantes ajustes de plantilla en las empresas y a una política claramente antisindical llevada a cabo por los responsables del INI". Aranzadi niega esto último, y añade: "Siempre hemos intentado mantener unos cauces de diálogo con las centrales sindicales y unas relaciones fluidas con los sindicatos y con CC OO, especialmente desde el nombramiento del nuevo secretario general".

Sin embargo, entiende, pero no comparte "naturalmente", la posición de partida que ha tomado Gutiérrez y encuentra "lógico" que "dentro de la idea de que en el área económica ha triunfado la llamada línea Solchaga" se defina al nuevo ministro como "ultraliberal".

Tareas pendientes

En todo caso, Aranzadi se va a encontrar un ministerio que debe mantener una política de reconversión industrial en algunos sectores en los que aún no ha concluido y, sobre todo, debe poner en marcha nuevos proyectos de inversión en sectores de futuro cuya paralización parece obvia.Entre las tareas inmediatas que deberá acometer figura la de aceptar o no el proyecto de revisión del Plan Energético Nacional, ultimado en estos días por el equipo saliente y que tendría que llevar a un relativamente proximo Consejo de Ministros para su aprobación definitiva. En él se debe recoger si se mantiene la moratoria nuclear o se opta por dar luz verde a alguno de los grupos que siguen a la espera de que se confirme la recuperación de las expectativas de crecimiento del consumo.