Demasiado mensaje

René Manzor ha elegido para su primer largometraje, realizado con el apoyo de Alain Delon, los caminos de la ciencia-ficción, elección que se muestra osada, al no dominar todavía el cineasta debutante el medio cinematográfico.El actor Alain Delon, protagonista de la narración fílmica, interpreta a un cineasta que odia la violencia cotidiana, a la que culpa de posibilitar mayores catástrofes, que tiene en barbecho un proyecto para realizar un filme de animación. Un accidente de automóvil le obligará a realizar un pacto con la muerte para intentar salvar así la vida de su hijo.

Tal pretexto argumenta] posibilitará a Manzor -autor de los dibujos que aparecen en la pantalla- mezclar en la intriga de la ficción fílmica el recurso del cine de animación, la presencia del comic, los efectos especiales y la figura del perdedor, sin desechar su particular mensaje, subrayado en diferentes ocasiones a lo largo del filme por varias frases del guión.

La muerte que nos presenta Trayecto mortal (Le Passage) es rebelde, y trata de usurpar al destino que representa, en su afán de aniquilar a la humanidad, sobrepasando a todos los Mabuses que en el cine han sido.

A pesar de algunas originalidades, muchas de ellas ficticias, basadas en ingredientes que ya han alimentado el género, el interés que despierta su visión no responde a las esperanzas que la mención del argumento pueda prometer.

Lo burdo de su desarrollo y la pretensión de su mensaje de amor paternofilial y, humanístico sobrepasa las limitaciones del producto, sobre el que pesa la losa de la pueril sinceridad del realizador, quedando como único mérito del filme, que soporta una banda sonora ramplona, su intención de dar protagonismo al comic.