Contusionados en el primer encierro, que resultó muy peligroso
El primer encierro de las fiestas de San Fermín 1988 resultó muy peligroso y finalizó sin heridos de consideración. Los astados jerezanos de Torrestrella tardaron poco más de tres minutos y 23 segundos en cubrir el recorrido de algo más de 800 metros de longitud que separa los corrales de la cuesta de Santo Domingo del coso taurino de la plaza pamplonesa.Se produjo una menor afluencia de corredores que en años anteriores en esta primera carrera, que resultó limpia y rápida hasta la mitad de la calle de la Estafeta, hacia el final del recorrido.
En ese lugar, un toro que abría la manada se dio la vuelta y provocó un choque con dos mozos y el resto de la torada, quedándose descolgados tres astados, que protagonizaron numerosas escenas de peligro, aunque no llegaron a cornear a nadie.
El momento de mayor tensión del encierro se vivió en la plaza de toros en el momento en que uno de los astados rezagados se fijó en Thomas Fraser, de nacionalidad noruega, y tras intentar cornearlo en un par de ocasiones lo volteó dejándolo tirado en el suelo, golpeado aunque sin heridas graves.
El último toro de la manada, que entraba en la plaza en ese momento, se fue directamente hacia el caído y le propinó un gran golpe que dejó a Fraser sin conocimiento, si bien no sufrió cornada. El saldo final del primer encierro se contabilizó con 23 corredores contusionados, pero sin ninguna cogida por asta de toro.
Evolución favorable
Asimismo, el banderillero Antonio Ramos, herido el día 6 en la novillada inaugural del ciclo sanferminero, evoluciona favorablemente aunque continua en estado grave. Ayer tuvo que ser intervenido quirúrgicamente durante hora y media en la enfermería de la plaza de una cornada que en jerga taurina se llaman fuertes.
El banderillero, de la cuadrilla de Antonio Posada, resultó herido ayer por el segundo novillo de la tarde, en la región paracetal derecha con dos trayectorias. La primera, de seis centímetros, le seccionó esfínteres anales y la segunda, de 30 centímetros de longitud, le disecó el fémur seccionando y disecando también los músculos abductores hasta la unión del tercio medio e inferior del muslo.
Ramos abandonó la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Virgen del Camino de la capital navarra ayer por la mañana tras pasar una noche intranquilo y con las lógicas molestias según declaró el mismo y pasó a ocupar una habitación del centro sanitario.
Babelia
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