Apoyo británico, moderacion soviética, consternación mundial

El Gobierno británico fue el único que ayer respaldó plenamente la actuación norteamericana en el Golfo, para desazón de quienes se empeñan en la liberación de los tres rehenes británicos en Líbano, informa Ricardo Martínez de Rituerto. "Aceptamos plenamente el derecho de las fuerzas implicadas en tales hostilidades a defenderse", señaló el comunicado emitido por el Gobierno británico. Lord Tordoff, quien hace un par de semanas viajó a Teherán junto con otros tres parlamentarios para tratar sobre los rehenes, calificó ayer de lamentable este apoyo de Thatcher a Washington. "Los norteamericanos no se estaban defendiendo", puntualizó Tordoff, porque "uno no se defiende contra un avión civil".La mayor parte de los Gobiernos europeos lamentó el desastre y envió sus condolencias al régimen iraní, asumiendo la versión norteamericana de que se trató de un trágico error. Un hecho, dijo el ministro de Exteriores italiano, Giulio Andreotti, que "nos obliga a no perder tiempo en las negociaciones para un desarme controlado y equilibrado".

La Unión Soviética, por su parte, criticó ayer con moderación el ataque y pidió la pronta retirada de la Armada norteamericana, así como la de todas las naciones ajenas al conflicto, de las aguas del Golfo. Guenadi Guerasimov, portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, afirmó que el hecho no se produjo por azar", sino que es consecuencia de la "escalada sin precedentes" de la flota norteamericana, cuya presencia en la zona "genera una situación explosiva". Guerasimov dijo que el tono moderado del comunicado pretende resaltar la diferencia con la reacción norteamericana cuando la URSS derribó un jumbo surcoreano en 1983.

El secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, se sumó a la condena del "trágico error" y pidió que se establezcan responsabilidades para "evitar una repetición de la tragedia".