Procesados ocho guardias civiles por la muerte de un vecino de Reinosa
La Audiencia Provincial de Santander dictó ayer auto de procesamiento contra dos oficiales y seis números de la Guardia Civil por un delito de imprudencia temeraria con resultado de muerte. El procesamiento tiene su origen en la muerte de Gonzalo Ruiz, trabajador de Forjas y Aceros de Reinosa, de 33 años, ocurrida en el hospital de Valdecilla tres semanas después de que en la tarde del Jueves Santo de 1987 resultase herido en el interior de un garaje de Matamorosa, en las cercanías de Reinosa, en el curso de un enfrentamiento de los ciudadanos con las fuerzas antidisturbios.
Los procesados son el teniente coronel Carlos Monje Minguillón, el capitán Álvaro Gutiérrez Cantón y los guardias Antonio Gutiérrez Arenas, José Luis Serrano Gallero, Hilario Corral Rodríguez, Eugenio Legaza Herrera, Juan Carlos de Dios Martín y José Anthonisen Varón. El pasado mes de marzo el fiscal José Ignacio Tejido elevó a la Audiencia de Santander las actuaciones contra los guardias civiles tras apreciar que podía haber indicios criminales en ellas.Gonzalo Ruiz se había refugiado en el garaje de su vivienda tras sufrir un pelotazo de goma, presuntamente lanzado por los guardias, que le fracturó huesos de la nariz. Teniendo en cuenta el fuero de los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, el procesamiento corresponde exclusivamente a la Audiencia.
Las partes personadas en el sumario número 888 instruido por el juzgado de Reinosa, del que es titular Ignacio Pando (la Asociación contra la Tortura, el colectivo de abogados y procuradores de aquella ciudad y la viuda del trabajador), podrían hacer ahora la correspondiente calificación sobre los hechos descritos y pedir asimismo el procesamiento de los presuntos culpables de la muerte de Ruiz.
Declaración de los guardias
El 3 de julio de 1987, el juez instructor Mauricio Bugidos ahora destinado en Carrión de los Condes (Palencia), tomó en Reinosa declaración a cinco guardias de segunda adscritos a la 509ª Comandancia Móvil de la Guardia Civil, con basen Logroño, sobre su presunta participación en el incidente Los agentes comparecieron vestidos de paisano. Posterior mente, el 1 de octubre, el juez Bugidos interrogó por la mañana a otros guardias y por la tarde al capitán Álvaro Gutiérrez y al teniente coronel Monje Minguillón, quien mandaba las fuerzas antidisturbios durante la Semana Santa de 1987, en que se produjeron los graves sucesos habidos entre la población civil y los trabajadores en las calles de Reinosa. Monje, en aquella fecha, dijo al juez que el trabajador Gonzalo Ruiz se había caído a la entrada del garaje produciéndose un corte en la nariz.Horas después de la refriega, en Matamorosa, los vecinos habían recogido en las calles algunos botes de humo de los utilizados por las fuerzas antidisturbios. En uno de ellos podía leerse: "BLFNM. Fabricado en enero de 1986. Utilizar sólo en espacios libres, abiertos y bien aireados".
Gonzalo Ruiz respiró durante siete minutos, según un informe de la Guardia Civil (15 minutos, según los médicos), el contenido tóxico de cuatro botes que miembros de las fuerzas antidisturbios presuntamente habían lanzado al interior del local. La autopsia reveló la destrucción de los pulmones del trabajador y otras lesiones de carácter irreversible.
El auto de procesamiento fija una fianza conjunta para los implicados de 12 millones.
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