Sólo en el año 1816

Los especialistas en meteorología han calificado el hecho de la persistente lluvia como una "situación anómala" que no se produce con frecuencia -aproximadamente cada 10 años-, aunque en e sta ocasion parece que el grado de humedad de esta primavera y principios de verano sólo puede compararse a otra situación similar registrada en 1816.Otro año muy húmedo, más cereano en el tiempo, fue 1979. Entonces la Península alcanzó los máximos niveles de reservas de agua, aunque dos años más tarde se registraron cotas de extraordinarla sequía.

La explicación de este fenómeno, es sencilla, según los mismos especialistas: sobre Europa occidental se ha estabilizado una masa fría, a 5.500 metros de altura, que provoca las lluvias, el granizo, etcétera. Si la temperatura normal a esta altura es de ocho grados bajo cero, este año esta temperatura ha quedado entre 12 o 16 grados bajo cero. Se han formado ondas estacionarias que no progresan. Esta parte de la atmósfera ha encontrado un equilibrio y se ha producido una especie de inmovilismo atmosférico.

Alberto Linés, especialista en climatología y sus aplicaciones, ha calificado este fenómeno de anormal, "que puede hacer pensar a los científicos que se trata de una mutación climática". "Ahora tenemos muchos más mecanismos de observación que antes, y podemos decir que está cambiando de forma un tanto anárquica la configuración general atmosférica", dice.

"No es normal que se produzca este tipo de precipitaciones en estas fechas", explica el meteorólogo Jorge Ron. "Lo normal en junio., y sobre todo en julio, es que las temperaturas se acerquen a 35 grados, principalmente en el Sur. Podemos hablar, desde luego, de precipitaciones irregulares".

Capricho atmosférico

Milagros García Pertierra, experta en meteorología agrícola, ha dicho que nos encontramos ante "un capricho de la atmósfera". "La atmósfera no se ha ajustado a lo que los libros determinan que debe suceder en cada época del año", comenta.

En relación con la agricultura, "esta primavera extraordinariamente lluviosa puede aumentar el rendimiento de los cereales y el de las vides, y puede beneficiar todos los productos de secano, porque estos suelos tienen una gran humedad. Por el contrario, puede ser perjudicial para la recolección de los cereales y para las frutas de temporada, porque retrasa su maduración".

¿Cuánto tiempo más va a durar esta situación? Patricio Antón, especialista en análisis y predicciones meteorológicas, dice que, de acuerdo con los instrumentos que permiten predecir un período máximo de nueve días, se espera que en los próximos tres cambie el tiempo y se desplace la onda más hacia el norte de la Península. "La onda está dejando de ser estacionaria y es muy probable que a partir del 6 o el 7 de julio se estabilice ya la situación más propia del tiempo en que nos encontramos. Los cambios pueden comenzar a notarse a partir de hoy", añade.