Críticas en Roma a la reforma de la Cuna
La Prensa italiana ha comentado con cierta desilusión que en el documento Pastor Bonus sobre la Curia romana, promulgado el martes por Juan Pablo II, haya quedado sin una reestructuración el tan discutido Instituto para las Obras de la Religión o banco del Papa, el cual continúa como ente autónomo dentro del Vaticano pero sin que caiga bajo el control directo de la Curia.Toda la Prensa italiana subrayó ayer que el documento que plasma la reforma de la Curia romana refuerza sobre todo el poder del secretario de Estado vaticano y, por tanto, el papel, ya desde antes importante, de toda la Secretaría de Estado.
El hecho de que tras 16 años de debate y estudio para llevar a cabo una nueva reforma del Gobierno central de la Iglesia "la montaña haya dado a luz sólo un ratón", como dice un refrán italiano, confirma aquel otro refrán vaticano de que la Curia "cuanto más se reforma, más se fortalece".
Los responsables de los diversos dicasterios romanos se quejaban siempre de que la Secretaría de Estado centralizaba y controlaba excesivamente sus competencias. Y al mismo tiempo, las Iglesias locales criticaban la dificultad de tener un diálogo con el poder de Roma, que no siempre era capaz de comprender lo que ocurre en la periferia de las Iglesias. El reforzamiento de la figura del secretario de Estado, cargo ostentado por Agostino Casaroli, que agrada a los más progresistas por la postura abierta del cardenal, es un arma de doble filo, ya que éste tiene 74 años y podría ser sustituido por otro con ideas más conservadoras que se encontraría con un gran poder en sus manos.
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