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CITA EN CANADÁ

Perdón parcial de la deuda a los países más pobres

Los siete países más ricos aceptaron ayer, en el mismo escenario en que hace seis anos se declaró la crisis de la deuda externa, el principio formal de que los países más pobres entre los pobres vean perdonada una parte de sus compromisos de pago. La declaración económica final, hecha pública al término de la cumbre de los siete líderes occidentales, reunidos en Toronto (Canadá) durante los últimos tres días, condiciona "la condonación parcial del pago de intereses en la deuda oficial" (la no bancaria) a que el club de París armonice en el plazo de un año los detalles técnicos a las exigencias legales y presupuestarias de los acreedores. La reunión concluyó sin que Reagan pudiera imponer un marco específico para eliminar los subsidios agrícolas en 10 años.

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Los jefes de Estado o de Gobierno del Grupo de los Siete llegaron a un consenso sobre la manera de aliviar la pesada carga que supone para los países más pobres, el pago de su deuda exterior. Sin embargo, aún admitiendo la posibilidad de la condonación dentro de un menú de opciones, la cumbre ratificó la estrategia del pago de la deuda defendida por el secretario de Estado norteamericano, James Baker, que se basa en el estudio "caso por caso".Baker trató previamente de armonizar la aparente contradiccion del comunicado final al señalar que la condonación parcial de la deuda de los países más pobres sería sólo posible en los intereses cuando éstos fueran consolidados al resto del principal, siempre y cuando el proceso estuviera en consonancia con la normativa contable presupuestaria y jurídica de cada acreedor y fuera voluntario.

Para deudores de ingresos medios, Baker señaló que "todo seguía igual", con lo que rechazó la propuesta informal de Japón de una cuenta especial dentro del Fondo Monetario Internacional (FMI) a la que transferir con descuentos una parte de la deuda de estos países.

"Hemos alcanzando un consenso en la renegociación de la deuda oficial de esos países que permite a los acreedores oficiales escoger entre tipos de interés concesionales para plazos cortos de amortización, plazos más largos de repago a tipos comerciales de interés y condonación (writeoffs) de servicios de deuda en período de consolidación o una combinación de estas opciones", dice el comunicado.

Mucho más difuso fue el compromiso sobre los subsidios agrícolas, cuestión elegida como bandera en esta cumbre por el presidente norteamericano, Ronald Reagan.

Los siete repiten la fórmula de acuerdo incluida en la declaración final de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) hecha pública en París el mes pasado. Consiste en asegurarse que "se realizarán progresos en la reunión que el Acuerdo General sobre Tarifas y Aranceles (GATT) celebrará en Montreal el próximo diciembre". Washington no consigue que ni Francia ni la RFA acepten lo que los norteamericanos califican como marco específico para la eliminación paulatina de los subsidios antes del año 2.000.El comunicado repite la declaración sobre el dólar de los ministros de Finanzas en su reunión de Washington el pasado abril, claro intento de no provocar más incertidumbre en los mercados.A este respecto, los siete consideran "contraproducente" para la economía mundial una excesiva fluctuación de los tipos de cambio que suponga tanto una devaluación como una apreciación del dólar. El comunicado introduce el nuevo indicador de materias primas (básicamente oro y petroleo), cuyos detalles técnicos han sido largamente estudiados en los dos últimos años, como parte integrante de la fórmula de indicadores económicos que regulan el funcionamiento de las distintas políticas.

Autosatisfacción

Aparte las referencias sobre el medio ambiente y la lucha contra el proteccionismo, la declaración muestra la clara autosatisfacción por los logros en la aplicación de sus políticas económicas y extienden su autofelicitación al periodo de las 14 cumbres anuales celebradas desde 1975.

Certifica también el buen estado de la economía mundial, con crecimiento sostenido y sin inflación, y resalta que los desequilibrios externos que existen entre algunos países están en periodo de corrección. Los países más ricos realizan su clásico llamamiento a las nuevas naciones industrializadas de Asia para que cooperen al esfuerzo de corregir los desequilibrios económicos mundiales.

Finalmente la declaración incluye un anexo sobre reformas estructurales que son necesarias acometer en los siete países. El anexo insta a Europa a realizar reformas estructurales que ayuden a la creación de empleo, amplie el potencial de crecimiento y mantenga la tendencia correctora de los desequilibrios. Dentro de ese contexto, los siete toman nota de las oportunidades que ofrecerá la creación el mercado único en 1992.

A la RFA, la política que se le sugiere se centra en la reforma fiscal, centrada en una reducción impositiva, y la modificación de su sistema de seguridad social y flexibilidad del mercado laboral.

Sobre Japón, el anexo urge al Gobierno de Tokio a profundizar sus reformas estructurales con el fin de estimular el consumo y la apertura de sus mercados.

Para Estados Unidos, las recetas pasan por la ampliación de la base de ahorro privado y el fortalecimiento de la competitividad internacional de su sector industrial.

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