_
_
_
_

Los patos vuelven a Daimiel

Las intensas lluvias de primavera alejan la amenaza de desecación del parque nacional de La Mancha

La situación del parque nacional de las Tablas de Daimiel, donde se encuentran encharcadas 1.800 hectáreas de las poco más de 2.000 que componen el entorno del humedal manchego, es realmente buena, según el informe presentado por la directora-conservadora, María Jesús Sánchez Soler, al patronato del parque, que estuvo a punto de desecarse años atrás. Las últimas lluvias caídas han permitido su recuperación.

El informe de la directora del patronato del parque de Daimiel contabiliza un total de 800 parejas de patos de cuello colorado y registra que han vuelto a nidificar especies que no se veían por la zona desde hace 20 años. Respecto a la flora, se ha recuperado la vegetación que prácticamente había desaparecido tras el último gran incendio de septiembre de 1986 y los carrizos han vuelto a brotar con fuerza.Tanto las abundantes lluvia caídas desde el otoño como las aguas desviadas del trasvase Tajo-Segura -14.000 millones de litros, el 75% de los cuales ha llegado a su destino y en unas condiciones de buena calidad- han propiciado una rápida recuperación que no soñaban ni los más optimistas.

El presidente del patronato de las Tablas de Daimiel, Fernando López Carrasco, que es además el consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha, recibió la noticia con especial agrado y calificó el estado del parque de "extraordinario".

Desde que en la década de los 70 las Tablas de Daimiel fueran declaradas parque nacional, al ser una de las reservas de palmípedas más importantes de Europa, la desgracia se cernió sobre ellas. En 1974, con la desecación de los márgenes del Guadiana y a fin de recuperarlas para las agricultura, comenzó su calvario, agravado por los cinco años de pertinaz sequía de los años 80.

Diversos incendios de consideración, algunos de ellos provocados, hicieron que las Tablas de Daimiel se vieran reducidas a un paraje seco, en el que unos patos luchaban por su supervivencia en los escasos charcos de agua que había. Un estudio de viabilidad del parque coordinado por el Instituto Geológico y Minero destacaba que la apertura de 18 pozos -de los que se han hecho 13- y, sobre todo, el desvío de un total de 60 hectómetros cúbicos de agua en tres años, procedentes del trasvase Tajo-Segura han contribuido junto a la lluvia a su recuperación. Una tercera medida pensada a medio plazo es la creación de la presa de El Cañal sobre el río Pullaque, afluente del Guadiana.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_