Vilallonga publica un libro de recuerdos, "no de memorias"

José Luis de Vilallonga supo que es a veces conveniente no decir estrictamente la verdad una vez que viajaba en tren a una localidad italiana cercana a Yugoslavia. Se quedó dormido y llegó hasta Belgrado. Había planeado un viaje muy largo, de modo que llevaba mucho equipaje: varias maletas, muchos trajes, docenas de zapatos. La guardia de aduanas, a la vista del equipaje, supuso que era un comerciante, pero él cometió la torpeza de desmentirlo. Tuvo que pasar en la cárcel tres días, y sólo pudo sacarle la intervención del cónsul suizo.Vilallonga, actor y escritor de 68 años, presentó anoche en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, su libro Mi vida es una fiesta (Ediciones B), pedazo de su biografía que tan sólo ocupa una parte pequeña de los cerca de 400 cuadernos de bolsillo que a lo largo de su vida ha ido llenando con sus experiencias, ante la constatación de que tiene una memoria nula para recordar las fechas.

Presentaron la obra Eduardo Álvarez Puga, director de Ediciones B, y Juan Luis Cebrián, director de EL PAÍS. "Estas no son unas memorias porque soy muy joven", dijo Vilallonga, quien indicó que se trata de una recopilación de hechos excepcionales que a su juicio merecía la pena consignar.

En el libro aparecen personajes como Onassis, Marilyn Monroe, Kim Novak, Maria Callas, Winston Churchill, Jeanne Moreau, Audrey Hepburn y Einstein, entre otros.

En su vida de escritor, Vilallonga ha trabajado mucho tiempo como periodista. En cierta ocasión, fue enviado a entrevistar a Indira Gandhi, mas la entrevista de dos horas resultó insuficiente. Fue invitado a seguir a la líder india en sus campañas durante dos meses. Ésa es la persona que más le ha impresionado.