Madrid se ofreció

La idea surgió hace más de un año de la Administración española. No había ningún país candidato para albergar la reunión ministerial del Consejo del Atlántico Norte en la primavera de 1988. Londres se reservaba para al año siguiente, en que se celebrará el 40º aniversario de la OTAN. Y España ofreció Madrid.Todos lo aceptaron gustosos. Para el Gobierno español y los aliados, éste es un símbolo de la "normalización" de las relaciones entre España y la Alianza Atlántica.

Además, España no había pasado nunca por esta rueda de las sedes de los consejos atlánticos. Sólo Grecia, desde 1962, no ha invitado nunca a los aliados a una reunión de este calibre, recuerdan fuentes de la OTAN. "España ha vuelto a formar parte de la comunidad internacional", manifestó ayer en Madrid Lord Carrington al presentar el último Consejo Atlántico que presidirá como secretario general de la Alianza.

Normalmente es el jefe del Gobierno anfitrión el que inaugura las reuniones. Pero en esta ocasión será el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, el encargado de dar el pistoletazo. Felipe González se reserva su discurso programático -en vez de una breve, general e incluso graciosa intervención-, para la cena oficial de esta noche en el palacio de El Pardo. Para el almuerzo de hoy, los ministros han sido invitados por el Rey.