La evolución de Europa del Este centrará los debates del Consejo Atlántico
La evolución de los países de la Europa del Este será uno de los temas centrales de la reunion misterial del Consejo del Atlántico Norte, que se reúne hoy y mañana por vez primera en Madrid. "Siempre y cuando esos países no toquen su alineamiento con la URSS, Moscú tolerará muchos cambios", se estima en la OTAN, donde crece el consenso sobre la necesidad de ayudar a Gorbachov para que consiga llevar a cabo la reforma interna en la Unión Soviética. Ello no obsta para que la OTAN ahogue por el realismo y busque en las relaciones Este-Oeste "ahora más realidades que expectativas", según medios atlánticos.
El Consejo de Madirid no llegará a importantes decisiones. La reunión, en el Palacio de Congresos y de Exposiciones, contará con una corta sesión abierta para los dicursos inaugurales, y otra larga restringida y cerrada, a la que sólo asistirá cada m1nistro acomafiado de dos colaboradores. stos suelen ser debates sin papeles e informales. Se espera que el comunicado final, como recordó ayer en Madrid el secretario general de la OTAN, lord Carrington, sea breve. En todo caso, tras la reciente cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, la OTAN parece ya algo exhausta en lo que a producción de grandes declaraciones se refiere.La OTAN espera aún que la URSS avance en las negociaciones de la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) en Viena sobre derechos humanos. Pero, según indican fuentes atlánticas, en Viena los soviéticos no parecen seguir el cambio de discurso de Moscú.
No obstante, sin un avance que lleve a una clausura digna de la actual sesión de la CSCE no se iniciarán las negociaciones sobre armas convencionales entre los 23 países de la OTAN y del Pacto de Varsovia, la definición de cuyo mandato "está a punto de caramelo", según los medios consultados, y de ahí que se vaya a entrar en el camino de las realidades: "A ver qué reducciones ofrece el Este".
Niveles armamentistas
En todo caso, entre los países de la OTAN parece ir formándose una postura común respecto a Mijail Gorbachov y su perestroika. "Una primera etapa de escepticismo ha dado paso a un reconocimiento de que se están produciendo verdaderos cambios en la URSS", se juzga en la OTAN, y "crece el sentir general, salvo por parte de Francia, de la necesidad de ayudar a la perestroika", aunque Gorbachov no haya pedido ayuda al Occidente. Desde el punto de vista militar "siguen los niveles elevados de armamentos en el Este y los hechos no siguen a las doctrinas", estiman medios atlánticos, para los cuales la OTAN "no va a iniciar un proceso ingenuo" de desarme.
Algunos en la OTAN estiman que Gorbachov debe aún superar, "obstáculos muy grandes", y otros creen que los cambios son "irreversibles", pero "cada vez son más los que opinan que los cambios en la URSS son profundos". "Gorbachov es Manuel Fraga en el año 1962, cuando se empezó a liberalizar el régimen franquista, y terminará, como él, en menos del Opus dei, en este caso el Comité de Seguridad del Estado (KGB)", comenta un diplomático español.
Los ojos de la OTAN está ahora centrados no sólo sobre Moscú, sino sobre Europa del Este. "La URSS está buscando una nueva relación con Europa del Este, que desde un punto de visita estratégico tiene ahora un valor distinto para la URSS. Esos países, con las nuevas armas, ya no son un cordón de defensa para los soviéticos", estiman fuentes atlánticas. La OTAN considera que "el movimiento que se está produciendo en esas sociedades puede ser un facitor de desestabilización para las relaciones Este-Oeste en caso de que uno de estos países llegara a romper con el Pacto de Varsovia, lo que no se descarta.
Junto a estos temas, el llamado problema del reparto de la carga entre Washington y sus aliados europeos será otra de las cuestiones centrales de esta reunión de transición de Madrid.
EE UU también ha hecho que figure formalmente entre los documentos del Consejo el informe que ya se elevó al último Grupo de Planes Nucleares sobre la modemización de las armas atómicas de la Alianza. Carrington hará una exposición oral de los debates en curso para definir un marco conceptual aliado sobre control de armamentos, que la OTAN no ha podido aún completar formalmente, entre otras razones por las divisiones existentes sobre el futuro de las armas nucleares tácticas.
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