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EDUCACIÓN

Entregados los premios del X Concurso de Experiencias Escolares de Santillana

Ana Fernández Buñuel, profesora del colegio público Codolá y Gualdo, de Barcelona, es la ganadora del primer premio del X Concurso de Experiencias Escolares, de Editorial Santillana, por su trabajo Recursos y actividades para motivar la lectura en el aula. Los ocho premios del concurso, dedicado en esta ocasión al tema Leer un libro, fueron entregados ayer por el presidente de la Fundación Santillana, Jesús de Polanco, y el escritor Gonzalo Torrente Ballester, que presidió el jurado.

Más de cuatro mil profesores han aportado sus iniciativas didácticas al certamen a lo largo de sus 10 años de existencia, según explicó Jesús de Polanco, que subrayó la un tanto paradójica circunstancia, dada la naturaleza de la entidad promotora, de que sólo en su décima edición el libro haya venido a ser el centro de esa incitación a la innovación pedagógica que el concurso representa. En esta ocasión se han presentado 229 trabajos.De la experiencia escolar galardonada con el primer premio, destinada a alumnos del segundo curso del ciclo inicial de EGB, el jurado destacó su "excelente programación y creatividad, así como la sencillez de su planteamiento", lo que la convierte en modelo para experiencias similares. Como en las ediciones anteriores, las experiencias premiadas serán recogidas en un libro que se enviará gratuitamente a los centros escolares.El segundo premio correspondió a Marian Baqués i Trenchs, maestro en la Escola Pía de Balaguer (Lérida), por su trabajo titulado Jugar un libro, una experiencia realizada con un grupo de alumnos de sexto de EGB. El tercer premio recayó en un equipo compuesto por Pilar Llorente, Eduardo Ruiz Armenteros y Mercedes Serrano, del instituto de bachillerato Tirso de Molina, de Madrid, por su experiencia Fortunata y Jacinta: proyecto didáctico para un centenario.El novelista Torrente Ballester ("medio siglo dedicado a la. enseñanza en casi todos sus grados, tal vez con la única excepción de los párvulos", según recordó) brindó a los profesores asistentes al acto una original lección sobre la capacidad que el libro ofrece al niño para ampliar su vida, siempre limitada por la realidad, y el fenómeno de identificación que se produce entre el lector y los héroes, o antihéroes, de sus lecturas. Torrente se proclamó, así, en abierta oposición a Bertolt Brecht, y sintentizó la grandeza de cualquier obra de arte en la posibilidad que nos ofrece de salir de nosotros mismos, de ser otros, para volver después a nosotros mismos enriquecidos por esa experiencia.

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