Chadli Benyedid y Hassan II, estrellas de la 'cumbre' que se inicia hoy en Argel
ENVIADO ESPECIALEl presidente argelino, Chadli Benyedid, y el rey de Marruecos, Hassan II, son las estrellas de la cumbre árabe extraordinaria que hoy comienza en Argel. El primero, el anfitrión, intentará lograr quie sus pares olviden sus diferencias y adopten medidas eficaces de apoyo a la intifada, la revuelta de las piedras de los palestinos de los territorios ocupados por Israel. El monarca alauí protagonizará una llegada espectacular, se reconciliará en público con el presidente argelino y será el encargado de llevar a Washington el mensaje de los árabes.
Medio año y más de 2.000 civiles palestinos abatidos por las tropas israelíes han sido precisos para que los líderes árabes puedan reunirse hoy en Argel. Esa es la primera prueba de impotencia de la fragmentada nación árabe frente a un Israel que le ha derrotado en cinco guerras.
Pero, finalmente, los jefes de Estado, los reyes, los emires, los súltanes y los presidentes van llegando al hotel El Aurassi, con la mejor vista sobre la hermosa bahía de Argel. Les recibió al mediodía de ayer Yasir Arafat. En traje de combate y tocado con Kefié, el líder de la OLP era un perfecto retrato de sí mismo. Chadli Benyedid le brindó los honores debidos al que todos los árabes consideran el único representante legítimo del pueblo palestino.
Después llegaron los señores del Golfo: el emir de Kuwait y el rey, Fahid de Arabia Saudí. Ellos tieirien el dinero de los árabes y huenas relaciones con Washington, y están deseando que termine de una vez el largo contencioso con Israel. El error de Hussein
Hussein vino luego. El monarca hachemí había denunciado poco antes el chantaje nuclear que Israel practica en Oriente Próxinio.. El rey de Jordania fue el anfitrión de la última cumbre árabe, la celebrada en Amman el pasado noviembre. Aquel encuentro le consagró personalmente como el decano político del mundo árabe, pero cometió un garrafal error de estrategia que ha llevado a esta nueva reunión de Argel.
En Amman, los árabes proclamaron como su principal enemigo a la revolución islámica del iman Jomeini y descuidaron por entero el drama del pueblo palestino. La respuesta espontánea llegó un mes después, cuando los chavales de Gaza, Cisjordania y Jerusalén oriental recordaron al mundo su existencia con piedras y neumáticos incenciados. La intifada fue una bofetada al espíritu del cónclave de Amman.
Argelia pretende ahora eliminar de la agenda de esta reunión "todos los temas que puedan dividir a la nación árabe". Con ello se refiere a la guerra entre Irán e Irak y a la readmisión de Egipto en -el seno de la Liga Árabe. El presidente iraquí, Sadam Husein, era considerado ayer como uno de los ausentes a la cumbre de Argel, junto al sultán de Omán, mientras que se dudaba de la venida del sirio Hafez el Asad y del libio Muammar el Gaddafi.
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