El sacrificio de los niños
Hay una sala, ya al final de la exposición, precedida de una citacíon del profeta Jeremías contra quienes sacrificaban niños al dios Baal, que deja helado al visitante: son las estrellas, o tofet, pequeños monumentos de piedra y que, según toda la tradición, recordaban a los niños sacrificados a los dioses.Moscati, distanciándose de los otros expertos, defiende una teoría personal que hace respirar al visitante. Según él, dichos pequeños monumentos, más que sacrificios infantiles a los dioses, podrían ser, al revés, simples cementerios para niños. ¿Sus pruebas? Más que pruebas, las suyas son hipótesis, pero fundadas en hechos concretos: analizadas las cenizas de los restos contenidos en aquellas urnas donde, según la tradición, se conservaban, ofreciéndolos a los dioses, los restos de los niños quemados vivos por los "feroces cartagineses", se ha podido observar que se trata, en su mayoría, de fetos o de niños apenas nacidos, mientras que en los cementerios fenicios no se han encontrado restos de niños pequeños.
De ahí su teoría de que más bien podría tratarse de un simple cementerio para fetos y niños pequeños muertos naturalmente, y que eran muy numerosos. Y exclama: "Triste historia la de los vencidos: no sólo la derrota, no sólo el olvido, sino tambien la denigración".
Y como para celebrar el feliz descubrimiento, al haber rescatado la reputación de nuestros antepasados, se ofreció a los invitados una cena, dentro del Palazzo Grasi, casi litúrgica, servida por Harry's Bar, en la que se continuó díscutiendo, naturalmente, sobre los fenicios. El director de La Síampa, Gaetano Scardochia, comentaba con humor que la cena preparada por el famoso bar de Hemingway era mejor que la que habían preparado "con cocina futurista" con motivo de la primera exposición del Palazzo Grassi sobre el futurismo. Y no se equivocaba, porque ante las deliciosas crespelle a la crema, hasta las señoras en rigurosa dieta repitieron, y una y más veces sin pudor y sin remordimientos de conciencia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.